Capítulo 22: "Pista"
Subí mis medias del atuendo de marinera hasta la altura de mis rodillas y contemplé mi reflejo en el espejo sucio del vestuario para empleados. Jamás iba a dejar de pensar que era el disfraz más tonto que alguna vez hubiese usado, y para ser honesta, estaba agradecida de poder librarme de él en la gala de la noche. Al menos de esa forma iba a evitar las irritantes burlas de Kate, de Simon y de Justin...
Justin.
La simple mención de su nombre, aunque fuera sólo en mi mente, me provocaba escalofríos. Luego de la cena en casa, habíamos llegado a una especie de acuerdo en el que únicamente nos hablaríamos en caso de que fuese una emergencia de vida o muerte... o algo por el estilo. De esa forma, Justin podría mantenerse más enfocado en su música, y yo podría sentirme más tranquila sin él estando cerca para molestarme a cada rato. Todos ganábamos.
Sacudí la cabeza en un intento por librarme de mis preocupaciones, y traté de enfocarme en el nudo del pañuelo que debía llevar atado al cuello. Tan sólo esperaba que Justin no se atreviera a acercarse demasiado cuando tuviese que cruzármelo en la fiesta de aniversario del restaurante en unas cuantas horas. Dado que iba a cantar algunas de sus canciones, estaba obligada a verlo, y para ser sincera, no estaba segura de cómo eso me hacía sentir. Su presencia me afectaba en más aspectos de lo que alguna vez iba a llegar a admitir, y aún no estaba lista para lidiar con ello.
-¿Emily?- Jillian entró en el vestuario con un bolso bajo el brazo. Parecía sorprendida de toparse conmigo.- Creí que no entrabas hasta el próximo turno.
-Lo sé,- resoplé.- pero mi madre me ha pedido especialmente que venga a ayudarla a organizar todo. Esta histérica.
Jillian chasqueó la lengua y se sentó en uno de los bancos de madera que había contra la pared de azulejos.
-Sí, la verdad es que se oía bastante histérica cuando me preguntó por ti.- hizo una mueca.
-Demonios...- maldije entre dientes, y Jillian se rió con ganas.- debo irme.- comenté antes de salir disparada en dirección a la cocina.
Allí, todo lucía igual a que si hubiese estallado una bomba. Había cocineros corriendo de un lado a otro, mozos cargando con bandejas llenas de platos, cosas quemándose y trozos comida desparramados por el suelo y las mesadas. Todos se gritaban unos a otros, y nadie podía escuchar nada. Era un completo desastre. Ahora comprendía porqué mamá estaba hecha un manojo de nervios.
-¿Qué necesitas?- le pregunté con toda la calma que me fue posible.
-Que tomes los manteles y vayas con los chicos a poner las mesas.- se volteó para observarme durante apenas una fracción de segundo y luego volvió a centrar su atención en los demás empleados:- ¡No dejen que los mariscos permanezcan tanto tiempo en la sartén!- les gritó, agitando los brazos en el aire. En cuanto a lo que a mí me incumbía, era momento de irme y hacer mi trabajo. No me fiaba de mi capacidad para soportarla hasta el final del día.
Me escabullí detrás del mostrador, y luego de agarrar la mayor cantidad de manteles que pude, caminé hasta la mesa más cercana y los deposité todos juntos. Algunos se cayeron al piso.
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ENTRECRUZADOS [Justin Bieber Y Tú]
FanfictionCuando Emily recibe la noticia de que Justin regresará al pueblo para celebrar la boda de su hermano mayor, no sabe cómo tomárselo exactamente. Luego de pasar dos años separados, Emily cree que volver a ver a su mejor amigo reabrirá viejas heridas q...