ENTRECRUZADOS [Justin Bieber Y Tú]

Capítulo 24

Capítulo 24: "Trágame Tierra"

-¿Puedes repetir toda la historia?- me pidió Kate, aún incrédula. Ya debía de ser la cuarta vez que rogaba por que le hablase acerca de mi beso con Justin, y yo simplemente me divertía contemplando sus expresiones de sorpresa a medida que avanzaba con mi relato.

Di unos pocos pasos en silencio y traté de centrar mi atención en la forma en que la arena seca de la playa calentaba las plantas de mis pies descalzos.

-No, no voy a contártelo todo de nuevo...- rodé los ojos y Kate hizo pucheros.- ¿Qué más quieres saber?

-Los detalles, claro.- respondió ella, como si aquello fuese la obviedad más grande en el mundo, y yo fruncí el ceño, confundida; ¿es que acaso no le había dado ya suficientes?

-Pues no tengo idea de a qué te refieres con eso.- sentencié.

Kate me lanzó una mirada fulminante e inspiró profundo.

-Bien, iré directo al grano.- masculló.- ¿Hubo lengua?

-¡Ey!- la reprendí, dándole un pequeño empujón a modo de broma. Kate estaba muerta de la risa.- De veras, ¡no contestaré a eso!- me quejé, y ella no hizo más que reírse aún con más ganas.

-De acuerdo, lo tomaré como un sí.- se encogió de hombros.

Pateé una piedra diminuta que se había interpuesto en mi camino y me esforcé por no despegar la vista de ella. Pensar en Justin me confundía, y eso era lo último que necesitaba por el momento. Ni siquiera quería imaginar qué iba a ser de nuestra supuesta "salida" por la noche, y que Kate hubiese sacado el tema no estaba ayudándome demasiado a olvidarme del asunto. Para ser sincera, aún no comprendía qué demonios se me había cruzado por la cabeza cuando hube aceptado ir al parque con él. Probablemente había estado medio dormida o algo por el estilo. Sí, debía de ser por eso.

Acomodé hacia atrás el gorro de visera que había estado utilizando para protegerme de los fuertes rayos del sol del mediodía, y tras haber permanecido callada durante algunos segundos, Kate volvió a hablar:

-Sólo por curiosidad... ¿te gustó?- preguntó en voz baja.

"Mierda, no..."

Si bien estaba segura de que Kate no iba a dar por terminada así como así nuestra pequeña charla acerca de Justin, aquello me había pillado completamente desprevenida, sobre todo porque nunca me había tomado mi tiempo para analizar a fondo mis emociones respecto a lo que había sucedido entre nosotros. Desde entonces, sólo había tenido opiniones encontradas, y había preferido ignorarlas en lugar de lidiar con ellas. En mi cabeza, había intentado de convencerme de que estar en una relación con Justin suponía para mí más problemas que beneficios, pero de ser eso cierto... ¿por qué todo mi mundo se paralizaba cada vez que lo veía cerca? ¿Por qué sentía aquel extraño cosquilleo en el estómago cuando sus labios rozaban los míos? Justin y yo habíamos sido mejores amigos desde que éramos apenas unos niños, no obstante, las cosas entre ambos habían cambiado tanto, que me temía que admitir que él me gustaba estropeara lo poco que todavía quedaba en pie de nuestra vieja amistad.