ENTRECRUZADOS [Justin Bieber Y Tú]

Capítulo 35

Capítulo 35: "Ballenas"

Había quedado completamente petrificada.

Estaba semi-desnuda.

En medio de la maldita sala de estar de mi ex mejor amigo.

Y por si eso no fuese ya bastante, alguien más estaba a punto de entrar para verme en condiciones nada favorables. ¿Por qué no había advertido que algo así sucedería? La desgracia parecía seguirme a todas partes como una gran nube negra sobre mi cabeza, y honestamente no quería que mis senos fuesen asunto de dominio público. Los rumores en Imperial Beach se esparcían tan rápido como la pólvora, y no estaba preparada para acaparar todas las miradas.

Los golpes en la puerta principal se intensificaron, y me obligué a mí misma a reaccionar.

-¿Quién es?- preguntó Justin, hablando a un volumen considerable de modo que quien estuviera al otro lado del umbral pudiera oírlo.

-Evan.- reconocí la voz del mayor de los hermanos Bieber en cuestión de segundos.- Me he olvidado las llaves en casa de Carol y está lloviendo, así que ábreme ahora o juro que te patearé el trasero.- amenazó, medio en broma, y Justin se volteó a verme.

-¡Corre!- susurró, haciendo un ademán en dirección a su habitación, en la planta alta.

Sin pensarlo dos veces, me giré hacia las escaleras y las subí de dos en dos. Sin embargo, no fue hasta que no me encontré a salvo entre las cuatro paredes del cuarto que no noté que había dejado abajo la camiseta que Justin me había prestado.

"A salvo y una mierda."

Estábamos jodidos, y si Evan llegaba a enterarse de lo ocurrido, todo iba a ser culpa mía, de eso podía estar segura.

Con cautela, pegué una de mis orejas a la tabla de madera que me mantenía oculta del resto del mundo, e intenté espiar la conversación que tenía lugar en el living de la vivienda.

-¿Qué no ibas a dormir con tu hermosa prometida hoy?- bufó Justin. El sarcasmo que teñía sus palabras daba a entender que no estaba para nada feliz con la repentina irrupción de su hermano.

-Oye, ¡cálmate, hombre! No necesito notificarte de todos mis movimientos.- se defendió él.- De todas formas, ¿cuál es el problema? Iba a quedarme hasta que se fue la electricidad, y entonces decidí regresar.- explicó luego.

-Pues nosotros tampoco hemos tenido suerte.- apuntó mi ex mejor amigo en un tono amargo.

-Sí, ya lo he notado...- se quejó Evan, y aunque no podía verlo, estaba convencida de que estaba observando a sus alrededores.

Eso no podía significar nada bueno. No cuando Justin apenas se había percatado de que su playera aún seguía desparramada por el suelo.