Capítulo 3

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Se ha descubierto que los brujos con fuegos vitales de colores semejantes poseen habilidades afines. Para ayudar en la formación de los brujos, se determina que todos aquellos brujos con fuegos vitales afines se unan en lo que hemos denominado por consenso "clanes", liderados por un cabeza, elegido por los mismos miembros del clan, el cual decidirá sobre los asuntos de su clan. 

2º Tratado: Organización, leyes y costumbres.

El consenso de todos los brujos.




La tía Dolly desapareció en el interior de la casa murmurando algo de "contactar con el consejo". Las hermanas se quedaron petrificadas, y Gabe seguía sin entender nada de nada. Entonces Alex se dirigió a su hermana.

—Estamos perdidas Liz. Nos van a castigar.   —Su cara de terror lo expresaba todo—. Puede..., puede que hasta nos quiten las capas y nos destierren.

—No seas tan dramática Alex, hace milenios que no se castiga a las brujos así. No nos van a quitar las capas...

—Pero no niegas que nos vayan a castigar. —Liz apartó la mirada de su hermana en ese momento.

—No, eso no puedo negarlo. —Alex suspiró desesperada y se sentó en otro de los sofás enterrando el rostro entre sus manos. Luxen la siguió y apoyó la cabeza en la pierna de su ama, intentando animarla.

—Mi señora... —susurró de repente Orión. Liz le miró esperando a que hablara— Si me permite el atrevimiento, ¿podemos saber Luxen y yo que es lo que ha ocurrido?

Alex levantó la cabeza de entre sus manos dispuesta a empezar a quejarse sobre lo estúpida que había sido su hermana, pero ésta se le adelantó.

—Todo ha sido culpa mía Orión. Íbamos a cumplir la misión, cuando nos atacaron unos zaahros. Peleamos contra ellos, ganamos, pero este chico nos vio. Creía que iba a ser capaz de borrarle la memoria, por eso le dormí y le traje a casa, pero no fui capaz. Y entonces descubrió una de las verdades fundamentales – su hermana mayor la miró profundamente−. ¿Qué? –le inquirió Liz− ¿Creías que te iba a echar la culpa a ti también cuando ha sido solo mía? Sabes que no soy así, Alex.

Su hermana mayor hizo un mohín apartando la mirada de su hermana.

—Bueno, hay que admitir que yo no fui capaz de detenerte, y soy la hermana mayor, así que, en parte también es culpa mía. —Volvió a mirar a Liz—. Estamos juntas en esto, ¿entendido?

—Como siempre, hermana —contestó Liz con una pequeña sonrisa.

—Perdonad que interrumpa este momento tan emotivo —dijo de repente Gabe— Pero, ¿me podéis decir que vais a hacer conmigo?

Las dos hermanas le miraron entre divertidas y apesadumbradas.

—Simplemente serás interrogado, supongo —respondió parcamente Liz.

—¿Qué? —replicó Gabe, miró a Alex como esperando que añadiera algo, pero la hermana mayor estaba demasiado concentrada en sus pensamientos— ¿No vais a decirme nada más? ¿En serio? Tenéis que estar bromeando.

—¿Y qué pretendes que te digamos? —le preguntó Liz.

—Pues no sé —empezó a decir Gabe con ironía—, solo la razón de porqué estoy en una casa con tres desconocidas que me van a llevar a un consulado...

Las Dos Brujas: HermanasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora