Capítulo 13

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Hordas de zaahros habían invadido las tres cuartas partes de los poblados y ciudades brujos que se acababan de construir. Fue la vez que más cerca estuvieron los brujos de desaparecer. Pero los que quedaron, reunidos en la Catedral, decidieron declararles la guerra abierta a esos monstruos. Y así comenzó la Primera Guerra Bruja.

6º Tratado: Anales de la historia bruja.

Lord William Aldrich, brujo de la sabiduría.




—¡Eres una tramposa! —gritó Gabe.

—No inventes, Gabe. Que tú seas muy malo jugando al ajedrez no es culpa mía —contestó Alex. Desde que había llegado, ya le había ganado a Gabe cinco partidas. El chico contestó a su comentario con un gruñido, a lo que Alex rio.

—No te creo.

—Si no me crees siempre podemos jugar a otra partida, pondré a Luxen de árbitro para demostrarte que no hago trampas.

—Luxen no vale, siempre se va a poner de tu parte. —La lince que estaba sentada a los pies de ambos observando la partida soltó un bufido de indignación.

—Siempre podemos llamar o a Orión o a mi hermana. —Ante este comentario Gabe hizo una mueca.

—Tu hermana me odia. Tampoco vale.

—No te odia, solo es que tarda en confiar en la gente.

—Llevo un mes viviendo con vosotras, creo que ha sido tiempo suficiente para demostrar que soy de confianza. —Alex le dedicó una sonrisa comprensiva, Liz podía ser muy cabezota cuando se lo proponía—. Pero no pienses que se me ha olvidado lo de la partida. Sigo queriendo un árbitro.

—Pues entonces tendrá que ser Orión. —Gabe asintió conforme con la decisión—. Ve a buscarle.

—¡¿Qué?! ¡¿Yo?!

—Eres tú el que quiere un árbitro, así que te toca ir a buscarlo —respondió Alex tranquilamente mientras recolocaba las piezas en el tablero.

—¿No puedes llamarle por comunicación mental? —preguntó haciendo un puchero.

—Están entrenando, eso indican que han cortado cualquier lazo mental que tengan. La única forma de avisarles ir a por él, así que, ya estás tardando.

Gabe siguió intentando convencer a Alex de que fuera ella, pero tras varias miradas de cordero degollado y otros tantos pucheros que no surtieron efecto, el chico se rindió y fue a buscar a la lechuza.

"Podrías haber ido tú perfectamente" le dijo Luxen mentalmente a su dueña cuando el chico desapareció por el pasillo.

"Ya, pero quiero que esos dos empiecen a llevarse bien, si no la vida en esta casa va a ser un infierno constante."

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Gabe se plantó delante de la puerta 48B, tras esa puerta se encontraba la sala de entrenamiento personal de la casa Lionheart. Las tres brujas entraban ahí con frecuencia, pero sin duda alguna, la que más iba era Liz. Gabe había acudido a alguna sesión de entrenamiento de Alex, pero nunca se había atrevido a entrar mientras Liz estaba allí. Esa sala era el reino de la bruja guerrera, y él no era lo que se diga muy bien recibido allí. Armándose de un valor que no tenía, recordando que debía restaurar su honor como jugador de ajedrez, giró el pomo de la puerta y entró de un tirón. Dentro, se encontró con un campo de batalla en toda regla.

Las Dos Brujas: HermanasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora