Capítulo 5

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¿Qué significa "verdad fundamental"? La verdad, ya he hablado de ello antes, es lo que es evidente a nuestro entendimiento, pero, ¿por qué hay verdades que pueden ser eliminadas de la mente humana y otras (las cuales son llamadas verdades fundamentales) no? Aquí interviene la magia, como todo en la vida de un brujo. Las verdades fundamentales no pueden ser borradas porque sería hacer que la magia se volviera contra sí misma, que borrara una de sus características, que ella misma se anulara. Algo imposible, claro está.

4º Tratado: Filosofía bruja.

Abelard Sheidemann, brujo de la sabiduría.




Las hermanas habían sido teletransportadas al exterior de la sala. Se encontraban delante de las puertas de hierro, ahora completamente cerradas. Ningún sonido ni señal salía de ahí que les dijese qué estaba ocurriendo dentro. Liz se mantenía apoyada en una pared, aparentemente tranquila pero en realidad completamente tensa, con la capucha echada, para evitar ver los nerviosos paseos de su hermana. Orión estaba posado en su hombro y no había dicho nada desde que salieron de la sala.

Luxen seguía a su dueña, y emitía leves maullidos que se transformaban finalmente en palabras de ánimo

−Míralo por el lado bueno, ama, en ningún momento han mencionado la palabra "castigo".

−Ya Luxen, pero todos se han fijado en nosotras. Saben que ha sido culpa nuestra, y no es que nosotras gocemos de demasiada buena reputación. Ni si quiera sé si nos va a poder sacar de esta la tía Dolly.

−Pase lo que pase no pienso dejar que esto afecte a tu carrera, Alex −dijo de repente Liz−. Nosotras nos merecemos todas las oportunidades posibles, y tú más que nadie. Trabajas mucho.

−Liz, hermanita, ¿qué vas a poder hacer tú? La gente teme a lo desconocido. Hagas lo que hagas no vas a poder cambiar eso. Siempre seremos desconocidas para ellos.

Las puertas se abrieron en ese momento, y tanto Liz como Alex se irguieron y miraron a la salida. Lores y Ladies junto con sus animales empezaron a salir y a pasar entre las hermanas, algunos les ignoraron, como Lady Miranda, otros les dirigieron un seco saludo con la cabeza, como Lord Cyril y Lady Adele. Los brujos con la capa azul y la capa roja se detuvieron delante de las hermanas.

−Alexandra −dijo el lord de la capa roja−. Te has librado por muy poco, más te vale vigilar los próximos pasos que des. No creo que te puedas salvar del siguiente fallo que cometas.

−Sí, Lord Zach −contestó ésta con un hilillo de voz.

−Guerrera −dijo Lord Ayrton. Al oír esto, Liz se cuadró al instante−. El sigilo es una de nuestras máximas. Entrenamiento doble durante el próximo mes. Se lo comunicaré personalmente a tu capitán. Te estaré observando.

−¡Sí, mi general! −contestó Liz en tono militar.

Ambos Lores se alejaron de ellas. Cuando por fin dejaron de escuchar sus pasos, Liz abandonó su pose militar, pero no se relajó. Aún quedaba alguien a quien enfrentarse: su tía.

La tía Dolly apareció de entre las sombras acompañada de Gabe. Caminaron hasta detenerse frente a ellas. Durante unos segundos la bruja mantuvo su expresión seria, pero finalmente, exhibió una expresión de alivio

−Niñas, os presento al nuevo aprendiz de guardián de los secretos –ambas se permitieron sonreír por primera vez en ese largo día, que el chico fuera guardián de los secretos significaba que estaban salvadas. La tía Dolly continuó hablando, ya sin ninguna relajación en su rostro−. Os lo habrán dicho vuestros líderes, os habéis salvado por muy poco, he tenido que pelear un poco con Lady Miranda y Lord Balthasar como siempre, pero la situación actual respecto a los guardianes de los secretos es complicada, y no ha habido muchos más problemas. En cuanto a vosotras, el Consejo no ha establecido ningún castigo, pero aun así, no vais a salir impunes de esta, jovencitas. Primero de todo, nosotras nos encargaremos de educar a este aprendiz.

Las Dos Brujas: HermanasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora