Las Dos Brujas: Hermanas

Capítulo 25

La última noticia que hay sobre la mezcla de humanos y brujos es de tiempos del libro de los Orígenes. No hay verdaderos datos sobre los mestizos, aunque si las leyendas cuentan los terribles sucesos que acompañaban su existencia, sería por algo. Pero no puedo evitar decir que me entristece que nos libráramos de ellos. ¿Quién sabe los secretos que ocultarían sus cuerpos?

3º Tratado: Sobre los brujos y sus características.

Giovanni Bianco, brujo sanador.

—¡Bienvenidos a todos de nuevo! —gritó Lord Ayrton. El estadio estaba otra vez a reventar— ¡Espero que la comida os haya sentado bien! ¡Ahora es el turno de nuestros hermanos más jóvenes, las peleas de aprendices! ¡Las normas son las mismas que para los adultos! ¡Así que, que empiecen ya los combates!

La multitud estalló en gritos y las puertas se abrieron para dar paso a los primeros contrincantes. Los aprendices podían luchar a partir de los quince años; de esa edad para arriba la capacidad y habilidad de los futuros guerreros estaban más o menos igualadas. El primero de los tres guerreros conocidos que luchó fue Allan. Con un par de hachas pequeñas por armas, fue rápido en el combate, y obtuvo una victoria satisfactoria para el público. La siguiente fue Liz, con su siempre espectacular demostración de velocidad y puntería con los cuchillos. El último fue Danniel, Gabe nunca le había visto luchar con su lanza de hoja larga, y no quedó para nada decepcionado.

Las rondas fueron pasando, y el primero en eliminarse fue Allan. Finalmente se encontró con un contrincante mayor que él, y a pesar de que ofreció resistencia, perdió. Se retiró cabizbajo de vuelta a la puerta por la que había entrado, y al cabo de unos minutos se reunió con los amigos.

—Lo siento mucho, Allan —dijo Alex en cuanto apareció el chico.

—Has luchado bien, yo jamás llegaré a tener tu nivel —intentó reconfortarle Bassam.

—Otro año será —dijo más para que le dejaran en paz que para otra cosa—. Nunca he sido tan buen luchador como Liz o Danniel.

—Eso se soluciona con entrenamiento, amo —dijo segura Sharp, que reposaba en el hombro del brujo guerrero.

Los combates se sucedieron, y la conversación fluyó con las derrotas y victorias.

—Y bueno, Gabe, ¿qué tal es la vida con las Lionheart? —le preguntó de repente Allan, en un momento en el que los diplomáticos se habían encerrado en una conversación que solo ellos podían seguir.

—Eeh... esto. Es entretenida. —Se había quedado sorprendido de que el brujo le hablara. Estaba completamente seguro de que había hecho algo terrible para ofenderle, debido a las habituales miradas asesinas que recibía por su parte—. La tía Dolly me ha enseñado mucho, y las dos hermanas siempre suelen ayudarme. Aunque no sé si considerar los entrenamientos de Liz como ayuda, me dejan destrozado —terminó bromeando.

—¿Y su familia? ¿Has conocido a alguien de su familia? —preguntó ignorando un poco la respuesta de Gabe. El muchacho estaba un poco desconcertado, pero no dudó del brujo, a lo mejor era una forma de entablar una conversación para poder empezar una amistad.

—Sé lo de la muerte de sus padres, es algo horrible —respondió algo triste—. Pero pude conocer a su tía y a su prima cuando hice la visita al clan de los brujos elementales.