Otoño- Prólogo

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La situación es insostenible.

   De esa manera empezaba el informe que Apolo sostenía entre sus manos mientras su hermana gemela trataba de leer sobre su hombro.

   El texto estaba escrito sobre el suave pergamino que uno de los criados de Hades hacía de los cuerpos muertos de los condenados al Tártaro.

   El solo tocar el papel dio repelús a Apolo, pero su hermana no había sido capaz de tocar el pergamino así que en cambio trataba de asomarse sobre el hombro del dios.

   Las tropas de centauros se acercan por el norte y los nuevos reyes de las hadas han amenazado con unirse a ellos si los dioses no intervenimos pronto en su disputa contra los magos, brujos y vampiros, que han estado erradicando sistemáticamente las demás especies. Por su parte los semi-hombres han dicho que se mantendrán imparciales en este conflicto mientras se les asegure que habrá justicia contra el asesinato de Tyson y Sinidra.

   Apolo se pasó una mano por la cara con cansancio. No lograba comprender porque los hombres lobo, hombres-oso y demás, a los que generalmente llamaban semi-hombres, estaban tan interesados en que se hiciera justicia contra la muerte de un líder hombre lobo y la reina hada.

   -Corren rumores- le murmuró Diana.

   Apolo se giró hacia ella y la miró con curiosidad.

   -¿Qué tipo de rumores?

   -Dicen que Tyson y Sinidra eran amantes.

   Apolo lo pensó durante un instante y de inmediato supo que su hermana estaba en la razón.

   Los humanos han dicho que esperaran a ver cómo se desarrolla el conflicto para tomar bando.

   Por otra parte los dioses ya han tomado bandos y están a punto de empezar una guerra entre ellos. Zeus ha dicho que no intervendrá, pero que nos deja a los dioses la libre elección de unirnos al grupo que consideremos conveniente o de no unirnos a ninguno.

   Así que los grupos están claros. Los de las hadas y los centauros y los de los magos, brujos y vampiros.

   Diana volvió a colgarse del hombro de su hermano para poder ver lo que había sobre el pergamino, pero él la hizo a un lado y terminó de leer el mensaje que Hades les había mandado.

   Pero hay un bando más, estamos aquellos que pensamos que aún se puede reestablecer el equilibrio entre los submundos, los humanos y los dioses.

   ¿A cuál grupo se unirán ustedes?

   Les estaremos esperando en la entrada de mi reino hasta la medianoche de mañana por si se deciden unirse a nosotros.

   Hades, soberano del inframundo.

   Apolo dejó caer el pliego de pergamino cuando leyó la última línea y miro a su hermana.

   -Habrá guerra.

   -Ares debe estar regocijándose. Eris debe de estar armando de las suyas a diestra y siniestra. ¿Por qué nadie los detiene jamás, Apolo?

   -Porque ellos solo hacen más grande el fuego que ya existe, Diana.

   -¿Nos uniremos a la guerra?- inquirió la hermana de Apolo al mismo      .

   -No mientras se nos ofrezca otra solución. Nos reuniremos con Hades y los demás que aceptaron su invitación y veremos lo que nos puede ofrecer, si puede solucionar las cosas nos quedaremos, sino tomaremos el partido de las hadas y los centauros como siempre.

  

La noche se cernía sobre el cielo cuando Apolo y Diana llegaron a la entrada del Inframundo. Hades estaba aguardándoles allí y detrás de él se podían ver algunas figuras más moviéndose inquietas en la oscuridad.

1. Historia de los Guardianes: Otoño. |En edición|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora