Me colgué el bolso del hombro y salí de la habitación dando un portazo.
Estaba dando muchos portazos últimamente, pero para ser sinceros no me importaba.
Antes de bajar por las escaleras al comedor respiré profundamente para poner una sonrisa en mi rostro.
Las cosas no paraban de dar tumbos, de ser humana había pasado a ser una criatura de fuego y luego me encontré con que en realidad era una guardiana de fuego.
Bueno, no una guardiana de fuego, sino que la guardiana de fuego.
Aquello no tenía el más mínimo chiste.
Y lo que tenía aún menos gracia era que Jonathan asegurara ser Apolo.
Sacudí la cabeza para sacarme aquello de la cabeza por un rato, aquel no era un asunto en el que quisiera pensar por el momento.
Sabía que ninguno de los chicos estaría aun en el comedor así que entré con paso decidida al salón encaminándome a una de las mesas dónde se sentaban los magos de fuego.
Generalmente todos se mantenían alejados de los magos de fuego con algunas raras excepciones, como Felice y Alexis que caminaban siempre con June.
Felice. El susto que me había llevado al ver a la chica el día anterior fue enorme. Después de verla muerta con una daga atravesada por el pecho lo último que esperaba era que caminara feliz del brazo de June y Alexis, creo que hasta había empezado a pensar que ella no había existido nunca. Verla había sido como sentir de nuevo el olor a sangre en mi nariz y ver la mancha escarlata frente a mis ojos. Me había obligado a mantener la calma y no soltar un chillido, pero la ella me alterado más allá de lo imaginable con el simple hecho de vivir.
June era la líder de los magos de fuego desde que la anterior líder se había graduado y le había designado ese cargo hace un año.
Era así como funcionaba desde que la academia se había fundado, en cada grupo de especies de seres mágicos había un líder que se hacía cargo de que los suyos siguieran las reglas de la academia y si había un problema este debía ser solucionado por los líderes preferentemente.
Esta era una de las cosas que siempre habían sido así en la academia y probablemente nunca cambiarían, al igual que los bailes. En el año se celebraban 5 grandes fiestas en la academia: los bailes de estaciones que siempre se hacían al final de cada estación como para despedirla, y el aniversario de la academia el 30 de mayo de cada año.
June estaba sentada en una mesa con algunos magos de fuego, June y Felice seguro que aún no habían bajado a desayunar. El grupo charlaba animadamente sin preocuparse por lo que pasaba a su alrededor. Así eran los magos de fuego, a veces no parecían darse cuenta de lo que ocurría en su entorno me pregunté si eran más felices así.
Al aproximarme, June levantó la mirada primero con curiosidad y luego de un momento a otros sus ojos se desorbitaron casi imperceptiblemente como si algo la hubiera sorprendido. Un momento después sus ojos se encontraron con los míos y creí percibir un ligero brillo o lo que parecía uno detrás de las lentillas azules que llevaba aquel día.
June siempre llevaba lentillas de diferentes colores todos los días, pero sospechaba que bajo aquellas sus ojos eran de un color dorado o bronce.
Un pedazo de pastel de moras y fresas estaba frente a la chica de brillantes cabellos anaranjados. Una extraña sonrisa cruzó por su rostro; una sonrisa que hizo que por mi espalda cruzara un escalofrío. Había algo en los gestos de June que siempre me habían hecho suponer que había algo en ella que no quería que nadie descubriera.
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1. Historia de los Guardianes: Otoño. |En edición|
FantasiOtoño, época de cambios. Joanne, Viktoria, Sarahí, Gemma y Mia siempre fueron humanas entre los seres mágicos, pero al volver de las vacaciones todo en lo que habían creído hasta entonces es puesto en duda cuando extraños sucesos empiezan a ocurrir...