Un año más tarde...
Las horas en mi trabajo pasan rápido, en el trabajo encontré una forma de escapar de los recuerdos por unos momentos.
Hoy saldremos con Anna a cenar, ya que hoy es mi cumpleaños, en el trabajo nadie lo sabe, igual aquí a nadie le importa.
A la hora de almuerzo me cruzo al bar de en frente donde venden unas empanadas riquísimas. Me encanta la comida Argentina, es deliciosa. En el bar me encuentro con Carlos, es el administrador de la pequeña compañía en la que trabajo, nos saludamos y nos sentamos juntos a almorzar.
- ¡Ay Mel! ¡Que linda estás hoy!- dice Carlos, exagerando como siempre.
-Gracias, igual tú- miento, ya que Carlos siempre se viste con pésima combinación; hoy por ejemplo lleva puesto una camisa amarillo patito, con un moño verde y unos pantalones blancos ¡Es el arco iris personificado!
- En Argentina se dice ¡Vos!- me corrige graciosamente.
Hablamos tonterías hasta que es hora de volver al trabajo.
A las tres de la tarde, termino todo y me encamino a casa. Tomo uno de los colectivos urbanos, que me deja dos cuadras antes del departamento. Camino hacia allá.
Subo las interminables escaleras y delante de mi puerta, un enorme ramo de camelias, de esas hermosas flores que solía regalarme...
¡Oh Dios!
Tomo las flores del suelo y busco la tarjeta.
"Feliz cumpleaños mi amor"
Leo y no puedo creerlo, Benjamin esta en Buenos Aires, los recuerdos y el remordimiento vuelven a mi. Entro al departamento y no hay nadie, subo las escaleras y Anna no está arriba.
Me recuesto y me quedo dormida en el sofá.
Me levanto sobresaltada al oír un ruido en la puerta. Anna entra.
- ¿Donde estabas?- le recrimino, ella solo sonríe.
-Con mamá, quién más- dice - ¿Y a ti que te pasa, tu cara parece a ver visto a un fantasma?-.
Le señalo las camelias que están en la mesada.
-¿Te gustaron? Las vi en la florería y eran las misma que varias veces vi en el departamento de España- dice y mi estómago da un vuelco inminente.
-¿Por qué me has puesto mi amor?- pregunto y Anna piensa, esta dudando.
-¡Ay Mel solo quise ser cariñosa!- dice nerviosa y se va al baño.
Las horas pasan y ya nos estamos arreglando para salir a comer, Anna pide el taxi y vamos rumbo al restaurante.
Llegamos y es un restaurante muy bonito, Anna le dice su reservación y el mozo nos guía hasta la parte de atrás, donde se encuentra una mesa redonda para dos. El ambiente es muy agradable, el lugar esta decorado en tonos blanco y dorado, la mesa con un bonito mantel blanco y un arreglo de flores en medio.
Nos sentamos y el mozo nos da la carta, y se retira.
-Mel iré al baño muero de ganas- dice Anna y se levanta.
Yo asiento y fijo mi vista en la carta, observando que puedo pedir.
- ¿Le apetece beber algo?- dice una voz masculina que reconozco de inmediato, levanto la vista y allí está el.
Sus comisuras se levantan formando un espléndida sonrisa de parejos dientes blancos y sus ojos brillan.
Yo debo parecer una idiota con los ojos saliendo de mi órbita y la boca abierta.
-Benjamin- digo y mi voz es como un susurro, mi corazón empieza a latir muy fuerte, la impresión de volver a verlo me deja congela en mi posición.
-¡Feliz cumpleaños mi amor!- dice y yo recuerdo la tarjeta y las flores.
-Has sido tu entonces- pienso en voz alta.
El asiente.
-¿Por qué haces esto?- pregunto con la vista en sus hermosos ojos. Verlo de nuevo rompe la débil coraza que logre mantener en estos meses, verlo reaviva los recuerdos y la tristeza emerge sin barreras.
-Porque no puedo vivir sin ti, y porque se que tu también me extrañas tanto como yo. Porque te has ido sin querer irte y porque se que me necesitas tanto como yo- dice y yo ya no tengo corazón para mentirle- Dime que es mentira lo que digo-.
Yo niego.
-¡Oh amor mío! ¡Te extrañe tanto!- dice y se acerca a mi, toma mis manos entre las suyas- Dime que tu también-.
Yo lo miro fijamente, y mi sonríe pero también llora.
- Serás infeliz junto a mi- digo y el entiende perfectamente.
-Soy infeliz sino estoy junto a vos- replica.
Toma asiento en frente de mi, y nos sirve a ambos champaña.
-La champaña es para celebrar- dice y levanta su copa y yo lo imito -¡Felicidades mi amor!- dice y nuestras copas chocan.
Pedimos la comida y hablamos como si nada malo hubiera pasado entre nosotros, la comida es deliciosa pero en mi estómago se ha formado un nudo de hierro. Benjamin no dice nada al notar que doy bocados de hormiga.
-¿Que ha sido de tu vida en estos meses?- pregunta y las palabras salen de mi boca sin remedio.
- Ha quedado en el mismo lugar, donde la deje- digo y el me mira confundido.
-¿Donde?- atina a preguntar.
-En nuestra cama y aquí- me acerco y toco su corazón.
El se queda inmóvil con sus ojos clavados en mi.
-¿Volverás?- me pregunta.
-Seré egoísta si vuelvo contigo- digo y unas lágrimas rebeldes caen por mis ojos.
-Entonces quiero que seas la persona más egoísta del mundo- dice y se levanta, yo lo imito.
-Vuelves mi amor- dice pero no es una pregunta.
Asiento.
Mi cabeza da vueltas, y en el único pensamiento en el que me concentro es: "que dure lo que tenga que durar, pero hoy volveré ha ser feliz "
Salimos del restaurante y vamos a su hotel, uno de los más bonitos de Buenos Aires " Alvear Palace Hotel".
Ya en su suite nuestros cuerpos son dominados por los deseos reprimidos en meses.
-Dime lo que me dijiste ese día- dice el y ante la tenue luz de lugar, sus ojos se vuelven negros.
-Hazme tuya mi amor- digo y me acerco y lo abrazo tan fuerte como apoderándome de su fortaleza.
- Siempre juntos Melody- dice él.
Y las lagrimas vuelven aparecer.
- Siempre- susurro.
Fin.
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Gracias por acompañarme siempre!
Gracias y más gracias...Me alegro que les haya gustado.
Y espero que me sigan acompañando en mi segunda novela "Dulce Tormenta". Ya pueden leerla ❤️
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¡Ese es mi Jefe! (Wattys2015)
Romance-Esos ojos están fijos en mí-no puede ser ... ¡Oh mi Dios! ¡Ese es mi nuevo jefe! Una historia que te sorprenderá,te enamorara y no te dejará pensar en otra cosa...Adictiva. Una joven bella se enamora locamente de su nuevo jefe,un magnate dueño...