Capítulo 17.

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Stella PDV.

Las puertas del ascensor se abren cuando llegamos al piso en el que se encuentra la oficina de Louis, mi espacio de trabajo y también el espacio de trabajo de Harry, quien vendría a ser como el segundo secretario de Louis, algo así como mi asistente. Al igual que también se encuentra el espacio de trabajo de varias chicas más, quienes están encargadas de... Sinceramente, no sé, ni tampoco me interesa saber, cuales son sus puestos de trabajo. Para mí son algo así como un cero a la izquierda, porque no me interesa nada que tenga que ver con esas personas, y si debo decírselo a alguien; se lo digo. Porque soy una persona a la que no le gusta ser hipócrita, así como tanto aguanto a la gente mentirosa e hipócrita.

Miro a Jazmyn y Justin, quienes miran completamente todo, guardando cada detalle en sus mentes. Jazzy al ver a Harry va corriendo hacia él, quien la abraza, feliz de verla. Ellos realmente se llevan muy bien, y eso es bueno, muy bueno.

—Todo es muy... Elegante —murmura Justin, mientras que yo camino hacia mi escritorio y él viene a mi lado, como si fuera un niño con miedo de perderse en un lugar totalmente desconocido para él.

Si bien el lugar es totalmente desconocido para él y todo lo de aquí es nuevo para él, no tiene porque estar asustado o nervioso, porque su trabajo es súper fácil y no hay duda de que él sabrá hacerlo aún más fácil.

Dejo mis pertenencias sobre mi escritorio y me volteo hacia Justin, le acomodo su camisa, justo en el momento que Louis sale de su oficina. Lo primero que hace es mirar seriamente a todos los empleados que están mirando curiosos a Justin y Jazzy, provocando que ellos inmediatamente regresen a lo suyo.

—¡Justin! —sonríe Louis, acercándose a nosotros.

Justin sonríe y le estrecha la mano, como todo un caballero. Porque es un caballero, mi caballero, sólo mío.

—Ven conmigo, hagamos esto rápido —mueve su mano, indicándole que le siga a su oficina.

Justin me sonríe antes de ir detrás de Louis a su oficina, dond, segundos después, se encierran.

Es cuestión de segundos para que Jazmyn y Harry se acerquen a mí, comenzando a hablar sobre cosas a las cuales no les presto atención, porque lo único que hago es sentarme en mi lugar y empezar a hacer algunas de las tareas que he dejado pendiente ayer.

—¡Harry! ¡Ven aquí, por favor! —grita Valery, la rubia chismosa del piso.

Harry pone sus ojos en blanco, exagerando bastante, antes de poner una sonrisa falsa e ir hacia donde se encuentra la rubia oxigenada con el cuerpo de plástico.

—Que fea —Jazmyn hace una mueca de asco, mirando a Valery—. Es muy falsa.

—Lo sé, cariño, lo sé —murmuro, entendiendo lo que quiere decir.

Todo el mundo sabe que Valery es falsa, tanto en su cuerpo como en la personalidad, es una falsa en todos los sentidos que puedan existir. Además de eso, también es una puta de las mejores, porque al primero que ve se le abre de piernas, sólo para conseguir alguna cosa que necesite, obviamente.

—¿Puedo ayudarte? —se acerca a mí, con el propósito de que la siente en mi regazo.

—Yo te voy a ir dando los papeles y te digo en que carpeta los pones, ¿si?

Ella mueve su cabeza, indicándome que ha entendido. Yo la alzo y la coloco sobre mi regazo antes de besar su mejilla y ponernos a trabajar.


{...}


Jazmyn inmediatamente sonríe al ver a Justin, quien se sienta a mi lado. Es increíble como una persona puede llegar a ser tan importante para otra sin darse cuenta de ello, y eso es lo que ha pasado con Justin. Él se ha convertido en el papá de Jazmyn, en su héroe, aunque ella es consiente de que no es su padre, sino que es su hermano. Pero no sólo se ha convertido en alguien especial e importante para su dulce hermana, sino que también se ha convertido en alguien importante para mí, ambos. Ambos son dos personas maravillosas a las que quiero demasiado y por quienes daría todo sólo para verlos ser felices.

Tomo la bandeja en la que he colocado su comida y se la paso, ya que hemos ido con Jazmyn a comprar a Burger King para poder comer ahora, en la hora de almuerzo del trabajo, todos juntos. Sobre todo, compramos comida porque a Jazmyn no le ha gustado la comida de aquí.

—Estoy agotado —suspira Justin.

—Un par de horas más y ya está, nene —beso su mejilla, bajo la atenta mirada de varias chicas.

Sí, recién hoy ha comenzado a trabajar aquí y ya tiene a varias como perras en celo detrás de él. Me matan las ganas que tengo de golpearlas a todas, pero debo de aguantarme esas ganas o pierdo mi empleo.

—Soy todo tuyo, nena —susurra en mi oído, antes de darme un rápido beso en los labios.

Sonrío, es lo único que sé hacer cuando él se pone así de cursi, pero no es porque no sepa qué hacer, sino que es porque me deja tan embobada que no puedo hacer nada. De todas formas, Justin acaba de hacer lo que hizo porque debe de haberse dado cuenta de que quiero matar a todas las zorras de aquí que le miran. 


¡Lamento la demora! Trataré de estar más activa, aunque no prometo nada porque se vienen los parciales finales *en instantes se pega el tiro* bue.

Las amo xx.

Stay with me → j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora