Capítulo 31.

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Stella observa seriamente a Justin, mientras que éste sirve el helado en un bowl, tratando de que el oji-miel note que está muy enojada, porque sí, ha notado lo sonrientes que está él y, principalmente, esa tal Ana desde que han llegado.

—Dicen que es la mejor heladería del mundo —habla el oji-miel, entregándole el bowl a su novia—, así que espero que te guste.

—Realmente es la mejor helasería, es obvio que le va a gustar —dice Ana, con demasiada confianza, para el gusto de Stella.

La rubia le mira con las cejas alzadas ante la manera en la que le habla a Justin, puede que a él le guste esa confianza, pero a ella no, lo odia si viene de Ana.

—Mide tu confianza, niña —gruñe Stella—. Debes de saber que entre una estúpida empleada y su jefe solo puede haber confianza, sí, pero siempre tratándose de usted.

—Stella, no seas tan...

—¿Tan qué? ¿Tan sincera? —interrumpe a su novio— Simplemente le digo la verdad, ella es una simple y estúpida sirvienta mientras que tú eres alguien importante y multimillonario. En palabras simples: tú eres Channel y ella Walmart.

Ana comienza a llorar y sale corriendo por la puerta trasera de la cocina, acto que logra sacar una sincera, y macabra, sonrisa por parte de Stella.

—¿Por qué eres así? —gruñe Justin, realmente fastidiado.

—Soy como soy y tú siempre me quisiste así. Además, ¿por qué te preocupa tanto como le trato? Es una simple empleada, nada más —murmura, mirando detalladamente al oji-miel.

Justin no dice nada, simplemente se marcha por el mismo lugar que Ana, con la esperanza de encontrarla, y lo hace. La hermosa chica está sentada en el pasto, llorando como si su vida dependiera de ello. Esa imagen rompe el corazón de Justin, por alguna razón.

El oji-miel se sienta frente a ella, para luego tomar las manos de la castaña, logrando que le mire, y le regala una de sus muy hermosas sonrisas.

—¿Estás bien?

—Oh, sí, estoy genial, de maravilla, luego de que tu novia me insulte de tal manera —solloza.

—Me disculpo por eso, ella no es tan así, solo son las hormonas del embarazo... Creo.

La chica se le queda viendo como si fuera la octava maravilla del mundo, totalmente embobada con la belleza de Justin, y él lo nota, por lo que le da un guiño, logrando que ella sonría.

—Sé que soy hermoso y que es inevitable no mirarme, pero al menos disimula un poco —bromea.

—Eres tan egocéntrico —pone sus ojos en blanco—, y lindo, muy lindo —muerde su labio inferior.

—¿Quieres besar a éste lindo?

Ana no tiene tiempo para responder, ya que los labios de Justin rápidamente toman los suyos, logrando que con solo ese toque miles de mariposas se pongan como locas en su interior.

—¡Que lindo todo! —ese grito los hace separar— Yo sabía, desde que te vi, que eres una de esas putas que hacen lo que sea con tal de con seguir a alguien con dinero —solloza Stella.

Justin se pone de pie y se acerca a su novia, preocupado por lo alterada que está. Eso puede hacerle mal al bebé.

—Stella, debes calmarte, piensa en el bebé —Justin la toma de los hombros.

La rubia, en un intento de calmarse, comienza a hipar, con las lágrimas cayendo por sus mejillas.

—Iré por un vaso de agua —murmura Ana, antes de salir corriendo hacia la cocina.

—T-te —hipa— odio.

Justin suspira, sabiendo que la ha cagado, que por una simple calentura, de querer follar con alguien que no tenga un gran vientre de embarazada, su relación se ha ido a la mierda. Y todo por su culpa.

—Perdón, mi amor —ahora quien solloza es el oji-miel.

Ana vuelve con el vaso de agua y, sin decir palabra alguna, se lo entrega a Justin, quien comienza a hacer que Stella tome el agua para calmar el hipo y sus nervios.

—Llévame a mi habitación —murmura cuando termina de tomar el agua.

El oji-miel obedece, tomando a la rubia en brazos, como si de una bebé se tratara. Bueno, ella es su bebé, a pesar de todo. 


Sé que debería de actualizar mañana, pero les actualizo hoy porque se me antoja la gana, ¿OK? Ok, ahr. 

¿Vieron lo que pasó en Orlando? Aún no puedo creer que existan personas que te matan solo porque amas a alguien, me da vergüenza la sociedad de hoy en día.

¡¡Espero que les guste!!

Stay with me → j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora