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Capítulo 36. {Maratón 3/3}

Luego de un par de horas en la sala de espera, el doctor encargado de Justin se les acerca a Stella y Harry, tomándoles por sorpresa, ya que al ser casi medianoche ellos ya no tenían esperanzas de que les dieran noticias hasta el otro día.

—Lamento no presentarme antes con ustedes —se disculpa el guapo hombre, sin dejar de mirar a Harry—, pero surgió una operación de emergencia —se excusa—. Por cierto, mi nombre es Sam, Sam Wilkinson.

—¿Cómo está Justin? —pregunta Stella, ignorando la disculpa y presentación de el hombre.

Lo único que quiere es saber como está el oji-miel y verle, eso es lo más importante en este momento.

—Él no está bien, obviamente —suspira, esta es una de las partes que más odia de su trabajo—. Pero va a mejorar, estando bajo un cuidado permanente por las próximas semanas, o meses.

—¿Qué es lo que tiene exactamente? —ahora quien pregunta es Harry, sin dejarse intimidar por la mirada de Sam sobre él.

—Un par de costillas quebradas, varios hematomas en la pared torácica —informa—. Algo que puede terminar con su vida si no se le opera.

Imaginarse una vida sin Justin no es algo que a Stella le guste, ya si le cuesta no vivir bajo el mismo techo que él, vaya dios a saber que sería de la rubia si el oji-miel llega a morir.

—¿¡Y por qué no lo ha operado aún!? —grita Stella, al borde de la histeria.

—Necesitamos del consentimiento de algún familiar —aclara su garganta—. Tenemos entendido que usted es su novia y que, obviamente, serán padres —su mirada baja a el abultado vientre de la rubia—. Tiene que firmar una autorización para poder realizar la operación cuanto antes.

—Le firmaré ese bendito papel ya mismo, pero luego quiero verle, por favor.

×××

Ver a Justin con su rostro cubierto de moretones, sus párpados juntos y sus labios bastantes resecos no es lindo, para nada. Por momentos Stella quiere estar en su lugar y que él esté bien, pero recuerda que está embarazada y se le pasa, porque sabe que tiene que ser la más fuerte, tanto por el bien de ella como por el de sus hijos y el mismísimo Justin.

Toma la mano de Justin, la cual está muy fría, helada más bien, y cuando menos se lo espera; las lágrimas vuelven a caer por sus mejillas.

—Tienes que salir de esta —solloza—. Jazmyn y el bebé te necesitan... Y admito que yo también, aunque aún sigo muy enojada contigo por lo de esa zorra de Ana —comienza a jugar con los dedos de el oji-miel—. Jazmyn me ha dicho dos nombres que le gustarían para el bebé —habla, como si Justin ke escuchara—. Prometo decírtelos cuando todo esto termine, cuando te hagan esa bendita operación —besa la mejilla de Justin, comenzando a llorar otra vez. 

¡Y aquí el final del maratón! Espero que les haya gustado xx. 

¿Se pasan por "Just Say"? Es una fic con el hermoso de Cole Sprouse y ya está terminada ;).

Es la última fic que publicaré y lo último que escribiré (sin contar las dos obras que me faltan por terminar). En fin, me harían un gran favor si se pasan y me dan su opinión. 

Las amo xx.