Capítulo 24.

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Stella rápidamente toma las hojas de la fotocopiadora, sintiéndose observaba, tal y como se viene sientiendo hace ya varias semanas. Y no es nada lindo tener la sensación de que están observándote las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana.

Camina, apresurada, hacia su escritorio, donde, cuando está a punto de dejar las copias que acaba de sacar sobre su escritorio, siente como unas manos se posicionan en su cintura, provocando que ella suelte un grito, que llama la atención de todos los que están en el lugar, y que todos los papeles caigan en el suelo.

Una risa ya bastante conocida, para ella, se hace presente, logrando que Stella se calme un poco pero que aún así se voltee con su ceño fruncido y una de sus manos en su pecho, tratando de calmar su respiración.

—Eres un idiota —le gruñe a Harry, aguantando las ganas de golpearle.

—No fue para tanto —el rizado trata de controlar su risa, para no molestar más a su amiga.

La rubia suspira, mirando mal a todos los pares de ojos que no dejan de mirarles, lo que hace que todos los cotillas vuelvan a lo suyo y ya no estén pendiente del dúo de amigos.

—No vuelvas a hacerme eso, con todo lo que estoy pasando algo así podría hacernos daño —suspira, sentándose en la silla de su escritorio, colocando su mano sobre el vientre algo abultado que tan feliz le tiene.

—¿Qué es lo que te está pasando? —pregunta el oji-verde, comenzando a juntar los papeles del piso.

Stella se queda en silencio, dudando en decirle o no a Harry, su mejor amigo, sobre la sospecha que tiene acerca de que la siguen. No quiere que el rizado lo tome a burla o algo por el estilo, porque ese asunto le tiene totalmente nerviosa, por más que demuestra lo contrario.

—Veo que alguien ya ha comenzado con las hormonas del embarazo —murmura Harry, colocando los papeles sobre el escritorio de su amiga.

—No estoy con las hormonas del embarazo, bueno, sí, pero no es por eso que estoy como estoy —suspira—. Siento... Siento que me siguen —susurra, demasiado bajo, pero aún así Harry llega a oírle.

El rizado se queda mirándole, tratando de encontrar algún signo de broma en su amiga, algo que no encuentra, porque su amiga está completamente seria, dándole a entender que todo va enserio.

—¿Cómo así? —larg la primer pregunta que se le viene a la mente.

—Tal y como ya te he dicho; siento que me siguen —muerde su labio inferior—, y no es algo que sea de estos días, no. Es algo que viene así desde hace ya varias semanas.

—¿Justin lo sabe?

La rubia mueve su cabeza de la izquierda hacia la derecha, negando. Y no es que no confíe en Justin como para decirle algo así, al contrario, confía plenamente en él, sólo que tiene miedo. Miedo de que su novio piense que está loca o algo por el estilo.

—Deberías de decírselo, sabes que si se entera por otra persona se enojará muchísimo. Además, es algo muy serio, mi reina, él debe de saberlo —toma la mano de su amiga, brindándole todo su apoyo. Tal y como siempre lo hace. 


Corto, lo sé, no me peguen, ahr. Estoy pensando en hacer los capítulos como este(o un poco más largo, depende de como este de imaginación) y comenzar a actualizar dos veces por semana, ¿qué dicen?

¿Se pasan por "Abusive Girlfriend"? Por favor <3, ahr.

Próxima fecha de actualización: Martes 24 de Mayo, 2016.

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