Capítulo 04.

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Varios días después.

Stella PDV.  

—¡No puedes tirar esto! —chilla Harry, tomando el gran abrigo, de más de mil dólares, que acabo de poner sobre la bolsa para donaciones.

Estoy juntando la ropa que ya no utilizo, o que simplemente no me gusta, para donarla a la gente en situación de calle. No la llevaré a los refugios, donde seguramente las empleadas se queden con la ropa que les guste, sino que yo misma me encargaré de entregárselo a las personas que estén pasándola mal en la calle.

Todo con ayuda de Harry, obvio, él es tan buen amigo que pasará frío solo para ayudarme a mi. Aunque lo tuve que sobornar, pero no importa.

—Es solo un abrigo, Harry, no lo uso, a otras personas les puede ser útil —se lo quito de las manos y lo pongo dentro de la gran bolsa con ropa.

Ya van casi cuatro bolsas, grandes, con ropa de invierno, tanto de mujer como de hombre. La ropa masculina la he tomado de la antigua habitación de mi padre, de cuando él era joven, ya que vivía aquí antes de casarse con mi madre.

—¿Crees que el guapote de Ashton nos ayude si nos ve con mucha carga? —pregunta, volviendo a hurgar entre la ropa que he decidido donar. Ashton es el guapo guardia del edificio.

—Debes dejar tu obsesión con él, tiene novia —hago una mueca, cerrando mi armario. Ya no tengo ropa que esté como para donar, por ahora.

—Yo soy mucho más guapo que su novia, ¿Has visto el tono de su rubio? Parece un marcador flúor —mueve su cabeza, en gesto de desaprobación.

—Le queda horrendo, lo sé, pero como dicen todos: el amor es ciego —pongo los ojos en blanco, abrochando bien mi abrigo. Ya estoy lista para salir a obsequiar la ropa.

Harry me mira y hace una mueca mientras que comienza a ponerse su ropa de abrigo, con movimientos muy lentos. Dejando bien en claro que no quiere salir pero que está haciendo un esfuerzo por mi, un esfuerzo sobornado.



[...]


Le entrego el pantalón y chaqueta deportiva a la señora frente a mi y sonrío cuando ella comienza a decir "Gracias" varias veces, parece una niña pequeña cuando le compran el juguete que ha estado pidiendo por semanas. Camino hacia Harry, quien le está entregando un par de prendas a unos señores.

—Sigo preguntándome porque de la nada se te ha dado por ser solidaria —murmura, con el ceño fruncido y mirando todo con un poco de asco.

Estamos en unas de las calles de Nueva York que está poblada de personas en situación de calle y que también está muy descuidada, demasiado descuidada.

Le doy un pequeño golpe en el brazo para que deje de mirar así a las personas, sé que es bastante asqueroso cuando te abrazan, dándote las gracias, así todos mugrientos o cuando hablan que te inunda su mal aliento, pero están en una mala situación y debemos ser generosos.

—Solo se me dio por ser solidaria —miento.

Siento un grito a mis espaldas, me volteo exaltada y los veo. Veo a Justin junto a Jazmyn. Pero Jazmyn llora mientras que toca desesperada el rostro pálido de Justin, quien está tirado en el suelo. No lo pienso dos veces y corro hacia ellos, dejando las bolsas en medio de la calle junto a un Harry confundido.

—¡Llamen a una ambulancia! —grito una vez que estoy junto al cuerpo de Justin y noto que su pulso es débil.

Jazmyn comienza a llorar aún más y se aferra al frío cuerpo de Justin. Se me encoge el corazón al ver la escena. Dios, no puedes hacer esto, no puedes separarlos. No de esta manera.

—Ya he pedido una ambulancia —Harry se pone de cuclillas al lado de Jazmyn, mirándola con pena.

Miro el cuerpo de Justin y suspiro mientras que coloco mi mano sobre la suya, la cuál está morada y fría. Le doy unas suaves caricias. No puedo permitir que le pase algo, no sé porqué, pero algo me dice que lo cuide, a él y a Jazmyn.

—Debes llévatela —digo, refiriéndome a Jazmyn. Harry me mira con el ceño fruncido, dando a entender que no entiende nada—. Si cuando llega la ambulancia ella está aquí, se la llevarán. La llevarán a un orfanato, no pueden alejarlos. No deben, yo no lo permitiré —susurro más para mi que para él—. Ahora llévatela, yo iré con Justin al hospital. Tú cuida de ella y pídele a la señora Benson si te puede prestar alguna prenda de su hija menor.

La señora Benson es una mujer soltera que vive y cría a sus hijos a costa del dinero del padre de estos, pero es un amor de persona. Estoy segura de que es capaz hasta de cuidar a Jazmyn, pero prefiero que lo haga Harry, además, sus hijos son muy hiperactivos y Jazmyn no necesita estar corriendo de aquí para allá. Ella lo que necesita es una buena ducha, algo caliente para comer y dormir en una cómoda cama.

—Él cuidará de ti —tomo la pequeña mano de Jazmyn—. Haré lo que sea porque Justin esté bien, lo prometo. Tú sólo obedece a Harry y quédate tranquila —beso su sucia frente.

—¿En que lío te estás metiendo, Winston? —suspira, preocupado, mientras que toma a la -no tan- pequeña en brazos. Sin hacer alguna señal de disgusto porque ensucia su ropa ni nada por el estilo, al parecer a alguien ya se le ha ablandado un poco el corazón.

—En el mejor de todos —muerdo mi labio inferior, volviendo a mirar a Justin.

No importa lo que tenga que hacer, él y Jazmyn se quedarán en mi casa y los cuidaré. Los cuidaré mucho. 


N/A; 

¡Aquí un nuevo capítulo mis amores! Lamento la demora, estos últimos días apenas y he tenido tiempo de respirar, wey.

¡Pasen por "Power" y "Love Accident"! POR FAVOR <3. Ambas historias las pueden encontrar en mi perfil :).

¡Espero que les guste el capítulo! LAS AMO xx. 




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