Justin PDV.
No paro de reír mientras que veo como Harry y Louis discuten, realmente es muy gracioso, además, Harry es como Stella cuando se enoja y eso es algo tierno, ahora entiendo porque son mejores amigos, osea, son la misma persona sólo que él es hombre, a pesar de que es toda una diva, y Stella es mujer.
Dejo de reír cuando veo que Harry se marcha hacia la cocina, ofendido, mientras que Louis suspira, de una manera exagerada, pero le entiendo, tratar con mujeres, o divos en este caso, no es fácil y eso lo sabe todo el mundo, no es necesario ser un sabio para saberlo.
—Te doy cien dólares y nos dejas solos por poco más de una hora — propone, aunque su mirada me ruega en que acepte.
—¿¡Sólo eso valgo para ti!? —grita, ofendido, Harry, desde la cocina.
Rompo en carcajadas, bajo la atenta, y seria, mirada de Louis. Sé que está mal reírme de esto, pero es que la situación es muy cómica, además, el dramatismo de Harry es lo que más gracia me da.
—Mil dólares, dos mil, cinco mil, diez mil, lo que tu quieras —me mira impaciente.
—Dame sólo veinte para comer algo mientras ande por ahí —murmuro, sin poder creer lo que Louis hace sólo para que Harry no esté enojado con él, aunque, bueno, yo también haría cualquier cosa con tal de que Stella no esté enojada conmigo—. Y trata de ir al último cuarto de huéspedes, ese no lo utiliza nadie.
Louis mueve su cabeza de arriba hacia abajo, dándome ha entender que ha entendido, mientras que me entrega un billete de cien dólares. Frunzo el ceño hacia él, pero me ignora y va hacia la cocina. Bien, a pasar sólo un rato se ha dicho.
{...}
Suspiro, dejando de caminar, parando frente a un kiosco, cansado. Aún no he gastado nada del dinero que me ha dado Louis, he visto cosas deliciosas, sí, pero estoy seguro de que esas cosas me durarán solo cinco segundos y debo soportar toda una hora esperando, aunque creo que ya han pasado más de veinte minutos.
Me detengo frente a un kiosco al ver un cartel de que hay diecisiete millones de dólares para ganar en la lotería. Curioso, ya que nunca antes he apostado, entro al kiosco y antes de ir a la caja tomo una tableta de chocolate, no es del fino chocolate que come Stella, pero lo que vale es la intención.
—Hola —sonríe la chica de la caja cuando me paro frente al mostrador.
—Hola —le sonrío apenas. Le paso el chocolate para que ella pueda pasarlo por la maquina esa rara y cobrarlo—. Y un cartón de lotería, por favor.
Ella saca un cartón de lotería de abajo del mostrador, también lo pasa por la maquina rara. Se me queda mirando, pero no esperando a que le diga algo más, sino que es como si me estuviera admirando, tal y como lo hace Stella, pero sólo ella puede mirarme así, nadie más debe hacerlo.
—Eso es todo —le entrego el billete de cien dólares, completamente serio.
Un poco avergonzada, toma el billete y lo guarda en la caja registradora para luego sacar el cambio y me lo entrega junto a el chocolate y junto al cartón de lotería. Sin decir nada, tomo las cosas y salgo de el kiosco. Sé que soy hermoso, pero soy todo, completamente, de Stella.
{...}
Me siento junto a Stella, mi hermosa Stella, apoyando mi cabeza en su hombro, hace unos veinte minutos que ha llegado y lo único que quiero es estar muy cerca de ella, lo máximo que pueda, como si estuviéramos pegados el uno al otro. No la he visto en todo el día y, a pesar de que Louis y Harry son una gran compañía, la he extrañado muchísimo, demasiado, para ser sinceros.
Stella sonríe, comenzando a comer el chocolate que le he comprado hoy a la tarde. Cierra sus ojos, disfrutándolo, lo que me hace feliz, porque es así, me hace muy feliz el saber que le gusta el chocolate aunque no sea chocolate de el que acostumbra a comer.
—¿Jazmyn ya se ha dormido? —pregunto, buscando el canal en el que pasan las noticias.
—Apenas se acostó y se durmió —murmura, sin dejar de comer el chocolate.
Tomo un mechón de su rubio cabello y comienzo a hacerle una trenza sólo con ese pequeño mechón, algo aburrido. Stella comienza a pasar sus uñas por mi rostro, acariciándolo.
—¿Quieres ser mi novio?
Me quedo quieto en mi lugar al oír su pregunta, no por no saber que responder, porque sí, muero por ser su novio, pero que ella lo pregunte así de la nada es lo que me toma un poco por sorpresa.
—Si me dices que no, te mato —advierte, demasiado nerviosa.
Me siento bien en el sofá, riendo ante su nerviosismo, se ve tan linda así.
—Yo mataría por ser tu novio —le beso, no un beso fogoso o en busca de algo más que sólo un beso. Sino que un beso tierno y sin intenciones de algo más, aunque si sucede algo más, yo no me voy a oponer.
Ella sonríe, entrelazando nuestros dedos, y juntos comenzamos a ver el noticiero. No le presto atención a eso, hasta el momento en el que dicen los números ganadores de la lotería. Rápidamente tomo el pequeño cartón de mi bolsillo y Stella me mira bastante confundida, mientras que yo me quedo mirando los números sin poder creerlo.
—Hemos sacado la lotería, somos millonarios —susurro, dándole muchos besos.
Porque es así, hemos sacado la lotería, porque todo lo que es mío es de Jazmyn y de Stella, obviamente. Ellas son las mujeres de mi vida, mis amores y todo lo mío también es de ellas.
Espero que les guste el capítulo, hermosas.
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Stay with me → j.b
FanfictionNo copias. No adaptaciones. Idea por: @DaJustxnBody Portada por: @IWillBeOLLG ¡Muchas gracias nena!