Las Crónicas de Narnia: Perlas del Destino

Kalhed, el calormeno

¡Hola a todos! Si teneis alguna pregunta, creeis que es un bodrio o aburrido, no olvideis dejarme un comentario jajaja

Peter se levantó en mitad de la noche, sudoroso y sobresaltado. Acababa de tener uno de los sueños más raros de toda su vida, aunque en realidad, no se trataba de un sueño. Era Aslan comunicándose. Nunca lo había hecho mediante sueños y casi siempre se comunicaba con Lucy, por lo que era muy extraño.

Estaba el en un campo de hierba, muy familiar. Era medianoche. Se trataba en el cual había derrotado a la Bruja Blanca hacia tantos años. Anduvo un poco, con seguridad y paz interior, hasta que de pronto una voz que venía de todas partes le sobresaltó

—Rey Peter ,el Magnífico—anunció.

Aquella voz solo podía pertenecer a alguien.

—¿Aslan?

De pronto, el león apareció a su lado.

—Soy yo, hijo. Veo que estás preocupado—dijo con curiosidad.

—Narnia está en peligro y... yo no sé qué hacer. Además, Lucy y Edmund han desaparecido y Susan no creé que en realidad esto esté sucediendo. Estoy cargando demasiado peso sobre mis hombros.

Aslan sonrió.

—Quizás yo pueda ayudarte—dijo mirando al infinito, de pronto aparecieron las imágenes de un castillo, fortaleza, al estilo calormeno, con sus cúpulas y torreones.

—¿Qué es?—preguntó Peter.

—Es una fortaleza Calormena en la frontera de Solandia con el gran desierto que precede a Calormen. Lo construyeron durante la ocupación de Solandia. A unos 100 metros hay unas minas de piedras preciosas y metales que los Calormenos extraían gracias a sus esclavos los solandianos.

Peter frunció el ceño.

—¿Y porque me enseñas esto?—preguntó.

—Antes de que los Calormenos dejaran Solandia, descubrieron en las minas un portal mágico .Es el portal que comunica con los que vosotros llamáis Vastagos.

—¿En las minas está el portal?—preguntó Peter.

Aslan asintió.

—Necesito que tú y Susan viajéis hasta la fortaleza, es un punto estratégico muy bueno. Ahora lo controla el gobierno Solandio pero Narnia puede ayudarlo ante una posible reconquista Calormena. Cuando lleguéis allí te hablaré de nuevo—dijo Aslan empezando a desaparecer.

—¡Espera!—gritó Peter—¿Edmund y Lucy están muertos?

—Están vivos pero corren gran peligro, ahora despierta, partiereis al amanecer.

***

Lucy se acercó a Xenia, que dormía en un rincón del barracón.

—Xenia... Xenia...—susurró.

La ninfa se despertó sobresaltada y apuntándola con un cuchillo.

—¡Lucy! Me has asustado—suspiró—.Que quieres.

La chica se mordió el labio.

—Mi hermano y yo necesitamos salir de aquí. Lo antes posible. Esta noche si es preciso—dijo con rapidez.

Xenia empezó a reírse y sus ojos brillaron en la oscuridad.

—¿De verdad crees que si hubiese una manera de escapar de aquí no lo habría hecho ya?—preguntó.