Perlas del Destino

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¡Hola a todos! Este capitulo tal vez no sea mi preferido,pero es importante para la trama, sobretodo la parte de Peter y Susan. Si teneis alguna pregunta, ya sabeis donde encontrarme jaja


Peter se encontraba en la misma pradera que en su último sueño y Aslan ya estaba allí:

Aslan, ya he hecho lo que me pediste, estoy en la fortaleza de Sol Eclipsado, ¿ahora que he de hacer?

Aslan le miró a los ojos, parecía apenado.

Al principio de los tiempos, aquí en Narnia, había magia por todas partes. La magia crecía, se respiraba. De ese poder dieron resultado cuatro perlas mágicas y maravillosas con poderes . Con la Perla del Destino,  podías ver el pasado y el futuro, la Perla de la Mente, con la que tendrías poderes mentales inimaginables y podrías controlar a quien quisieras, la Perla Continua, con la que podías ir a cualquier sitio en un parpadeo y la Perla de la Vida, con la que podías dar y quitar la vida—Aslan hizo una pausa dramática y luego prosiguió—.Esa perlas eran demasiado poderosas y con el temor de que Jadis las quisiera, las escondí en lugares distantes en Narnia para que nadie las descubriera jamás.

¿Por qué?—preguntó Peter.

Porque si alguien consiguiese reunir las perlas, sería alguien con muchísimo poder... casi tanto como el mío—dijo apenado—.Y no puede haber alguien tan poderoso como yo, sería una catástrofe.

Peter no entendía a que venía la historia aquella ahora.

¿Por qué me cuentas esto?—preguntó curioso.

Siento que una presencia oscura quiere conseguir las perlas, todas ellas, para asesinarme luego. Si eso ocurriese, sería el fin del mundo, Peter—dijo Aslan, por primera vez, con temor en la voz.

Peter se llevó la mano al corazón.

¿Qué puedo hacer yo?—preguntó convencido.

El portal mágico no es una casualidad—dijo Aslan—.La Perla Continua se partió en dos, una de las mitades la tenéis vosotros y la otra los que vosotros llamáis Vastagos, por eso se ha creado un portal—explicó el león—.Debéis impedir que alguien logre unir las dos mitades y que los que vosotros llamáis Vástagos se hagan con la otra parte de la Perla Continua.

¿Son ellos? ¿Ellos son la presencia oscura?—preguntó Peter.

Aslan negó con la cabeza.

No lo sé, pero, mejor prevenir que curar, ¿no es cierto?

En ese momento, Peter se despertó de su sueño. Se sentía preocupado por todo el asunto de las perlas, pero también honrado por que Aslan le hubiese elegido como el salvador de Narnia.

***

A media mañana, Tal Ceres y Peter fueron a las antiguas minas donde se encontraba el portal. Aquel lugar lejos de estar desamparado, estaba lleno de gente que transitaba el lugar, muchos con puestos anunciando que traían las más exquisitas telas del otro lado del mundo.

—Siento mi comportamiento de ayer pero si Solandia quiere crecer como país no necesita la supervisión Narniana. Podemos nosotros solos—dijo fieramente mientras caminaba con paso decidido.

Peter sonrió y observó a la solandiana: tenía el pelo pelirrojo oscuro y cortado como un muchacho, tal vez con un poco más de tupé o más estilo. Llevaba el mismo uniforme que Hier, tal vez un poco más naranja, llevaba pantalones. También tenía un pendiente que empezaba arriba de su oreja y con una cadena terminaba en su lóbulo. Tenía las manchas azules solandianas por la piel como si fuesen pequeños tatuajes.

Las Crónicas de Narnia: Perlas del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora