Para los que no han leído los libros, Archenland y Calormen son otros reinos del mundo de Narnia (existen muchos más reinos aparte de estos) mientras que Solandia es de invención mía. Narnia estaría más al norte, debajo suya Archenland, despues Solandia y finalmente Calormen, la más sureña.
Susan notó movimiento a través de sus pupilas cerradas. Lo primero que pensó fue que aún se encontraba en Londres, pero al oír aquellos sonidos, tuvo claro que no. Abrió los ojos y se encontró a una enana. Fue muy extraño, era como un recuerdo lejano. Tragó saliva. Estaba en una especie de habitación de piedra, llena de tapices de leones y criaturas mitológicas.
La enana carraspeó.
—¿Está bien su alteza?—preguntó con voz aguda.
Susan no entendía lo que estaba pasando.
—¿Alteza? ¿De qué hablas? ¿Quién eres tú? ¿Dónde estoy?—preguntó asustada.
La enana puso cara de preocupación.
—Parece que el golpe que os habéis dado es más fuerte de lo que parece.
Susan negó con la cabeza.
—¡Respóndeme!—gritó.
La enana resopló.
—Tal vez deba de llamar a vuestro hermano.
Dicho esto, se fue de la habitación. Susan se levantó de la cama y descubrió que llevaba puesto un camisón blanco, bordado de perlas. Sonrió y se miró en el espejo que tenía en la habitación, con un marco de oro: tenía un moratón en la mejilla y unas cuantas magulladuras, pero nada importante.
Entonces llegó Peter.
—¡Peter!—corrió Susan—Menos mal que estás aquí, ¿Qué es este lugar?
Peter frunció el ceño.
—¿Acaso no lo sabes? Esto es Cair Paravel.
Susan frunció el ceño. Cair Paravel era un lugar imaginario que se habían inventado cuando eran niños, un lugar dentro de Narnia. Pero no podía ser posible, eso solo eran juegos infantiles.
—Peter no juegues conmigo, estoy asustada—recriminó.
Su hermano la tomó de la mano y la llevó a la ventana. Susan contempló sin aliento una extensa playa con el agua azul celeste y en la arena, unos centauros luchando mientras unas aves fénix los sobrevolaban.
—Estamos en Narnia, Susan—dijo Peter con una sonrisa.
Horas después y aun Susan en shock, los dos hermanos fueron al salón del consejo. Allí había dos humanos y un oso.
—Reina Susan, Rey Peter—se inclinaron los tres.
Peter, sonriendo orgullosamente aceptó sus saludos.
—Estamos maravillados por la visita de los Reyes de Antaño—dijo el oso—.Habéis llegado justo a tiempo.
Susan casi da un grito, pero Peter le dio un pisotón para que se contuviera. La pobre estaba alucinada, ¿animales que hablan? ¿Aves Fenix? ¿Se había vuelto loca?
—¿Cuánto hace desde nuestra última visita?—preguntó Peter.
La humana, una telmarina, abrió un libro.
—Según nuestros escritos, unos 300 años, bajo el reinado de Caspian X el grande—dijo sonriente.
Susan puso atención, porque le sonaba mucho el nombre de Caspian.
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Las Crónicas de Narnia: Perlas del Destino
FanfictionLos tambores de la guerra resuenan en todos los rincones de Narnia y los reyes de antaño vuelven para librar su ultima batalla. Es un todo o nada. La lealtad y el amor serán puestos a prueba mientras un poderoso enemigo acecha de entre las sobras. N...