Narra Alai:
Hoy es sábado y extrañamente no tengo ganas de salir, tampoco lo hice la semana pasada. Hace dos semanas que solo salgo del departamento lo justo y necesario para ir al supermercado y no morirme de hambre. Mi rutina es muy sencilla, de la facu al departamento, del departamento al supermercado y otra vez a encerrarme entre mis cuatro paredes favoritas. No tuve noticias ni de Nicolás ni de Gonzalo.
Nicolás, el idiota más sexy que conocí en mi vida, el único que puede ponerme los pelos de punta cuando me hace enojar y cuando me hace querer más de su boca. El mismo idiota que pensó que no me importaría que se acueste con Mayra y el mismo idiota que pensó que me acosté con Gonzalo.
Quizás sí me hubiera acostado con Gonzalo, quizás lo hubiera hecho si Nicolás no me hubiera arrastrado a mi departamento. Quizás él tiene razón y solo soy una zorra que se acuesta con cualquiera para divertirse. Sí, lo escuche cuando le dijo a Gonzalo que yo era una zorra y sí, realmente no besé a Gonza para que no supiera que Nicolás tal vez tenía razón. Nunca en mi vida tuve que hacer tanto esfuerzo para controlarme. Me moría por probar sus labios y perderme en él.
Suena el timbre y me devuelve a la realidad.
- Melina ¿Qué hacés acá? - le pregunto sorprendida.
- Vine a buscarte Alai, mira cómo estás... despeinada, desarreglada y en pijama.... ¿Quién sos y qué hiciste con mi amiga? - Me hace reír a carcajadas, siempre lo hace.
- ¡Ya! no tengo ganas de salir... y sé que viniste para eso...
- Alai... me ofendés - Dice con la cara más dramática que puede fingir.
Trato de cerrar la puerta pero una mano se apoya en ella impidiéndomelo - Ella no, pero yo si vine para obligarte a salir - Juli, mi rubia preferida.
Sonrió - chicas, no quiero salir en serio - finjo el mejor de mis pucheros.
Ellas se miran y Juli sonríe - Bueno, está bien... no salgas por vos... salí por nosotras ¡POR FAVOR! - grita mientras jala de mi brazo.
- No chicas, no tengo ganas... - Bajo la mirada, no quiero que se den cuenta.
- ¡¿Jodeme que es por Nicolás?! - Grita sorprendida Melina. ¿Cómo carajo se dio cuenta?
- Sos una maldita zorra que me conoce demasiado - digo ahogada por mi propia risa.
- ¡Ah noooo! mi amiga encerrada y deprimida por un pibe... no no no.... - Sacude la cabeza Juli mientras se toma de las costillas para controlar la risa.
- Son las peores ¿Lo sabían? - Las miro negando con la cabeza, la sonrisa no se borra de mi cara.
- ¡Pero nos amás, perra! - Me responde Meli.
- Sì, estoy perdidamente loca por las zorras de mis amigas.
- Bien, andà a bañarte. Te traje el vestido que te gusta para prestarte - Juli me regala una gran sonrisa.
- No quiero, enserio...
...
Bien, me convencieron. Estoy frente al espejo con el vestido negro de Juli, con mis tacos rojos de terciopelo, peinada y maquillada por Melina. Son las mejores amigas que la vida me pudo dar, no sé qué haría sin ellas.
Llegamos al boliche y Hector (el barman) me regala mi trago favorito, hasta él parece notar que no soy la misma de hace un par de semanas. Juego con la pajilla de mi vaso dudando sobre si beber de él o no. Es tan simple, si bebo voy a volverme a perder en el alcohol, a disfrutar de la música y a olvidarme de todo gracias a la noche, que tanto amé durante tanto tiempo. Si no bebo, voy a seguir siendo la misma de ahora, la nueva versión de mí que aunque lo niegue me agrada, pero se siente algo, bastante, perdida. Vamos ¿Què me puede hacer una noche más de descontrol? No espero que mi consciencia me responda, solo bebo.
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Dime quién soy yo, sin ti a mi lado.
Любовные романы"A veces me pregunto si alguna vez le rompí el corazón a alguien, si alguna vez fui capaz de estrujarlo con cada una de mis palabras hasta reducirlo a un montón de vidrios rotos. A veces me pregunto si alguien arrojó cosas maldiciendo mi nombre, si...