Narra Alai:
Camino por los pasillos de la facultad rumbo a mi próxima materia cuando alguien me toma del brazo con fuerza.
- ¡Ay! - me quejo de dolor.
- Perdón - me dice aflojando la presión sobre mi brazo pero sin soltarme.
Observo al sujeto, es alto y corpulento, de tez morena - ¿Quién sos? - le digo preocupada.
- Tranquila, tenés que venir conmigo.
Entro en pánico - ¿Qué? No, por favor no me hagas nada - le suplico.
- No te voy a lastimar Alai - ¿Cómo sabe mi nombre? - Es Pablo...
Se me estruje el estómago y siento una fuerte presión en el pecho - ¿Qué le pasó? - digo en un hilo de voz.
- Le dispararon - sus palabras hacen eco en mi cabeza mientras mis ojos se empañan de lágrimas.
- ¿Está... está vivo? - Por Dios que la respuesta sea sí, que la respuesta sea sí. Ruego internamente.
- Sí - una pizca de alivio recorre mi cuerpo - pero está muy grave. - El alivio desaparece por completo, las lágrimas caen por mis mejillas - Quiero verlo...
- No, no podés. Vine a buscarte justamente por eso, para llevarte a un lugar seguro.
Freno bruscamente y me libero de su agarre, el sujeto me mira confundido - Alai, por favor... vamos.
- No. - le digo seca - me llevás ya mismo a donde está Pablo. Él me necesita.
- A Pablo no le gustaría que seas tan caprichosa, él seguramente pensaría primero en tu seguridad - tiene razón, pero no me importa.
- Llevame toda la custodia que quieras, pero por favor... quiero estar con él - le suplico llorando.
- Está bien, pero cuidate que si te pasa algo va a ser mi responsabilidad.
El sujeto conduce el auto serio, yo miro por la ventanilla y no puedo parar de llorar. Es mi culpa, seguramente lo que le pasó es mi culpa. ¿Por qué tuve que ir a buscarlo esa mañana? Entierro la cabeza entre mis manos, si le pasa algo no me lo voy a perdonar nunca.
Me conducen a una habitación, afuera hay muchos policías. Entro y lo veo, está muy pálido. Hay un montón de máquinas conectadas a él, tiene un respirador artificial y un monitor a su lado que marca los débiles latidos de su corazón.
Me siento a su lado llorando y le acaricio la mano - Pabli, es mi culpa. Perdoname por favor, te necesito.
Suena un pitido fuerte y el monitor que marca los latidos de Pablo solo muestra una linea recta. - No por favor - le suplico - si te pasa algo me muero...
La desesperación me invade y empiezo a gritar. Un montón de médicos entran a la habitación y me hablan pero no entiendo lo que dicen.
Mis lágrimas me ahogan y me cuesta respirar.
- El desfibrilador - escucho decir a un médico, una enfermera se lo trae. Él comienza a frotar el artefacto y lo apoya reiteradas veces en el pecho de Pablo, que se eleva al contacto con el desfibrilador y luego cae inerte sobre la camilla.
Grito con desesperación y siento unos brazos rodeando con fuerza mi cintura - ¡Noo! - grito sujetándome del marco de la puerta para que no me alejen de Pablo. - ¡Noo!
Mi cuerpo se sacude con desesperación y trato de tomar grandes bocanadas de aire, sigo gritando pero de mi garganta solo salen sonidos ahogados, la siento arder como si me estuviera quemando por dentro.
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Dime quién soy yo, sin ti a mi lado.
Romance"A veces me pregunto si alguna vez le rompí el corazón a alguien, si alguna vez fui capaz de estrujarlo con cada una de mis palabras hasta reducirlo a un montón de vidrios rotos. A veces me pregunto si alguien arrojó cosas maldiciendo mi nombre, si...