"A veces me pregunto si alguna vez le rompí el corazón a alguien, si alguna vez fui capaz de estrujarlo con cada una de mis palabras hasta reducirlo a un montón de vidrios rotos. A veces me pregunto si alguien arrojó cosas maldiciendo mi nombre, si...
- ¡No hagas fuerza princesa! - me dice Gonzalo enojado y pongo los ojos en blanco.
- Me agaché Gonzalo ¡No estoy haciendo fuerza! - es algo irritante que no me deje hacer nada.
- Me podía agachar yo, además estoy seguro de que después ibas a tratar de llevar la caja al auto.
- Solamente estaba guardando las cosas. - me defiendo.
Estamos de mudanza, nos vamos a la casa de la playa y Gonzalo me persigue por todo el departamento tratando de que no haga "fuerza", básicamente lo único que me deja hacer es envolver las cosas.
- ¿Puedo hacer mi valija o también sería hacer "fuerza"? - le pregunto sarcástica.
Gonzalo desvía su mirada y se frota la nuca - Listo, las cosas de Alai ya están guardadas - dice Melina saliendo de mi habitación con la valija. Lo miro enojada a Gonzalo y él levanta sus manos.
- ¿En serio? - le pregunto molesta.
Se acerca riendo y me toca la panza - ¿No que mamá tiene que portarse bien? - le pregunta al bebé que crece dentro mio. Luego me mira a mi - ¿Te quedás acá dos segundos? Quiero sacarte una foto.
Me río, Gonzalo me vive sacando fotos, creo que ya exagera un poco pero lo hace feliz así que por mi esta bien - Dos segundos.
Gonza vuelve con la cámara y toma la fotografía, luego me la enseña con una gran sonrisa.
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- Yo tendría que haber sido modelo - le digo fingiendo una pose de revista.
- Vos podrías haber sido cualquier cosa que te propongas, sos hermosa - me sonrojo.
Leonel entra despeinado y acalorado - Gonzalito todo bien, pero estoy cargando todo solo...
- Perdón Leo - presiona sus labios en mi mejilla, besa mi panza y se va a ayudarlo.
- Son tan tiernos juntos - me dice Melina acercándose.
- Está obsesionado ya, me asusta - no es cierto, la forma en que Gonza se preocupa por mi y el bebé me encanta, me hace sentir segura.
- Mami está loca ¿No, bebé? - le susurra mi amiga a mi barriga.
- ¡Quiero chocolates! - le grito a Melina de repente.
- ¿Dónde están? - me pregunta riendo.
- En la heladera, en el cajón de las verduras.
- ¿Guardás chocolates en el cajón de las verduras? - me pregunta sorprendida.
Me encojo de hombros - Esos son los de la reserva de emergencia, los otros me los comí anoche.
Vuelve de la cocina con una caja de bombones y me los entrega - Vas a terminar rodando amiga.
