La calma antes de la tormenta.

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Narra Alai:

Alguien toca mi hombro y me despierto, veo a Gonzalo parado junto a mi cama haciéndome señas para que no haga ruido, Pablo duerme cómodamente a mi lado. Me levanto lentamente y salimos al balcón, por suerte esta mañana me puse un pantalón de dormir luego de bañarme. 

- ¿Que pasa Gonza? - le pregunto en un susurro. 

- Quiero pedirte perdón por lo de anoche - baja la mirada apenado. 

- Ya pasó Gon, estabas borracho. - La imagen de Gonzalo llorando se robó varias horas de mi sueño, me sentía terriblemente culpable.

- Es que no es el alcohol Alai, yo te amo y aunque sé que vos lo amás a Pablo no puedo evitar sentir lo que siento. 

- Te entiendo, pero ¿a dónde querés llegar? - Sé que es un buen chico y sé que no tiene intenciones de separarme de Pablo pero no entiendo qué está buscando con todo ésto. 

- Simplemente quiero que sepas que siempre voy a estar para vos - me dice y eleva una mano para acariciarme pero no lo hace, su brazo queda suspendido a medio camino - Pablo también se volvió muy importante en mi vida y quiero lo mejor para los dos, lo más sensato es que cuando todo ésto acabe yo me aleje. 

No me imagino mi vida sin Gonzalo pero no puedo ser tan egoísta, no puedo pretender que simplemente se quede a mi lado mientras yo continúo como si nada pasara con Pablo. En algún punto de la historia y de manera indirecta tuve que elegir, y elegí a quien forma parte de todos mis recuerdos, a quien le dí mi primer beso, a la única persona con la que no podría vivir, Pablo. Pero tampoco puedo negar que fue Gonza con quien descubrí lo que era estar enamorada y siempre va a tener un cierto sector privilegiado en mi corazón. 

- Lo que elijas va a estar bien Gon. Solo quiero que seas feliz. - trato de sonreír pero mi boca solo se curva en una especie de mueca. 

- Lo estuve pensando mucho y creo que es lo mejor. Igual el destino se empeña en juntarnos de una manera casi irresistible - ambos nos reímos con su comentario. 

- Buen día - nos saluda Pablo saliendo al balcón y por su expresión puedo deducir que escucho la conversación.

- Perdón pero los escuche - confirma mi novio. 

Gonzalo baja la mirada y se frota la nuca nervioso. - Te lo iba a decir, pero en otro momento... 

- ¿Que pasó anoche? - suelta Pablo, aunque no a modo de reproche, es más bien una especie de curiosidad. 

- Traté de besar a Alai. - A veces me sorprende la sinceridad con la que Gonza convive diariamente. 

La mandíbula de Pablo se tensa por completo y se rasca el cuello nervioso. Puedo imaginar su cabeza trabajando a toda velocidad, hasta que por fin parece encontrar que decir - Creo que no puedo enojarme ni nada que se le parezca...

- No tenés nada por qué enojarte, al menos no con ella - Me señala Gon con la cabeza. - Me voy a desayunar, los dejo hablar tranquilos. 

Gonzalo sale de la habitación y por primera vez en estas mini vacaciones parece que Pablo y yo vamos a desayunar solos. Espero la reacción de Pablo por lo que, a mi impaciencia, le parecen horas. 

- Él estaba borracho... - trato de defender a Gonza y Pablo clava sus ojos celestes en mi. 

- No tenés que explicarme nada, el hecho de que no lo hayas besado lo explica por si mismo. - me sonríe tiernamente y a veces no puedo creer que sea tan perfecto. 

- Vos sabés que Gonza es muy importante para mi, pero nada se compara a lo mucho que te amo mi amor - le digo entrelazando mis brazos detrás de su cuello. 

Dime quién soy yo, sin ti a mi lado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora