Capítulo veintiuno

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Derek 

Ya habían pasado seis meses desde que me fui, Adelyn me dijo que siguiera con mi vida, que ella también seguiría con la suya.

Por más que le supliqué que no termináramos, me dijo que no era nuestra culpa, sino la del destino.

Entonces entendí que aunque la amaba, debía dejarla ir y encontrar la felicidad que me merecía.

Tengo mil preguntas, clavadas aquí en mi pecho, sufro demasiado porque hemos dejado a la mitad aquellos besos.

Tengo un sueño roto, me destroza lo que siento, ya no hay cura para mi alma, no puedo olvidar lo que un día fuimos. Soy un barco en el fondo del mar.

¿Por qué me alejé de ti? No puedo vivir llorándote así. Me quedé así, matando el amor que algún día nos dimos.

¿Cómo fue que se acabó? No puedo aceptar este final, pero si tu camino es olvidar ya no puedo dar un paso más.

Mi más bonita casualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora