Mi más bonita casualidad

Capítulo cuarenta y siete.

Un mes después

Adelyn 

Los chicos ya habían llegado de su luna de mel, nos contaron que la pasaron de maravilla.

Y por fin ya llegó el día más esperado, nuestra boda.

-¡Ay Adelyn, mi pequeña!
Estás muy hermosa. Te deseo lo mejor del mundo, tú y Derek son el uno para el otro, espero que su Unión dure para siempre, hasta que la muerte los separe. Dijo mi madre dándome un beso.

-Gracias mamá, pues hasta que la muerte nos separe, Derek y yo toda la vida, Derek y yo hasta la muerte, y como la muerte es vida, él y yo eternamente. Dije abrazando a mi madre.

-Ya me vas a hacer llorar Adelyn. Dijo mi madre limpiando sus lágrimas.

-Tú me harás llorar a mí, ya no llores. Sabes que estaré bien y que ahora si voy a ser feliz, muy feliz.

-Si Adelyn, ahora si lo serás, Derek es muy diferente a Hubaldo.

-Claro que si mamá, no existe punto de comparación, Derek no se puede comparar con nadie.

-Bueno, ya basta la habladera, Arturo debe estar esperándonos afuera.

-Cierto mamá. Dije mirando por la ventana.

-Mamita estás muy hermosa. Dijo Sophie abrazándome por detrás.

-Gracias mi cielo, tú también. Ven ya nos vamos a la Iglesia. Dije tomando a Sophie de las manos.

Salimos de la casa, Arturo se bajó del auto para ayudarnos a subir a nosotras, Derek se había adelantado junto a James.

Llegamos a la Iglesia, Arturo nos ayudó a bajarnos , cuando llegó mi turno me dijo:

-Adelyn, estás muy hermosa, les deseo de corazón que sean muy felices, son la pareja más linda y ejemplar que he visto. Derek se lleva toda una obra de Arte. Dijo mi suegro abrazándome.

-Y yo me llevo a un gran hombre. Gracias por sus buenos deseos. Siento mucho lo de su divorcio, pero hay cosas que por más que uno quiere no tienen arreglo.

-Así es hija, tú me entiendes ya pasaste por eso y hoy estás segura de que tomaste la mejor decisión porque ahora tú felicidad es al lado de mi hijo.

-Estoy completamente segura, aunque mi madre no lo admita, yo sé que usted y ella aún se quieren igual o más que la primera vez.

-De eso no hay duda, somos completamente libres, pero la conozco y sé que me costará mucho converserla de eso, bueno pero ya entremos Derek está ansioso.

Cuando entré a la Iglesia sentí mucha emoción, era un conjunto de sentimientos encontrados, en el largo pasillo había una alfombra beige encima tenía nuestras iniciales A & D.

En la entrada había un marco con fotos de nosotros, los bancos de la Iglesia estaban decorados con un tul blanco y en cada unión rosas azules. Todo estaba increíblemente bello. Como siempre lo soñé.

Yo iba caminando del brazo de mi madre y de Arturo, ya que no tuve la dicha de tener un padre responsable, Arturo se ha portado muy bien con mi familia, lo considero un padre para mí.

Detrás de mí venían mis damas, está de más decir que eran Charlotte y Amy, ambas con un vestido azul turquesa.

En el fondo estaba Derek acompañado de su madre y del otro lado mi pequeña Sophie, como en la boda de Charlotte , también llevaba los anillos.

Charlotte y James son nuestros padrinos de boda, así mismo como nosotros fuimos sus padrinos.

Llegamos al altar, Arturo y mi madre me entregaron hacia Derek, y su madre me lo entregó a mí. Sophie pasó la almohadilla con los anillos a los padrinos.

De inmediato nos pusimos de rodillas ante el altar, Sophie nos puso un rosario que nos unía a los dos.

Los padrinos nos entregaron los anillos, y la primera en hablar fui yo.

Nos pusimos de pie y tomé la mano de Derek, lo miré a los ojos y le dije ante Dios:

-Yo Adelyn Hamilton he venido ante Dios nuestro Señor, para decirte que te amo Derek. Estoy muy contenta de convertirme en tu esposa y prometo serte fiel todos los días de mi vida.

-Yo Derek Briss estoy aquí ante Dios y ante el mundo para decirte que te amo, que quiero estar contigo siempre y que te seré fiel toda mi vida.

Nos besamos y luego todos nos felicitaron. No quisimos hacer fiesta, solo nos tomamos unas fotos y luego nos fuimos a celebrar nuestro amor.