Capítulo treinta y nueve

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-Adelyn.¿Puedo pasar? Pregunta Elena tocando la puerta.

-Claro mamá , pasa. Dijo Adelyn acariciando a Sophie.

-¡Ay se durmió Sophie en tus brazos! Dijo Elena dulcemente.

-¡Si mami, la extrañé mucho! Dijo Adelyn besando a Sophie.

-¡Adelyn Derek te ama! No lo dejes ir. Dijo Elena tomando a Adelyn de las manos.

-Lo sé mamá, pero me da miedo que Sophie no lo acepte.

-¡Ay Adelyn! Hay muchas cosas que Sophie no entiende. Pero no por eso dejes de luchar por él. Dijo Elena sentándose en la cama.

-Si mamá. Entiendo lo que dices. Dijo mirando a Sophie. ¿Estás de acuerdo en que luchemos por lo que sentimos aunque el mundo entero se oponga?

-Aunque el mundo entero se oponga Adelyn. Ya eres una mujer adulta. Sabes lo que haces.

-Mami yo también quiero mucho a Derek. Dijo Sophie despertando.

-¡Ay mi amor, te despertamos, lo siento! Dijo Elena.

-¿Entonces quieres mucho a Derek? Pregunta Adelyn.

-Si mamita. Quiero que viva con nosotras para que nos cuide siempre.

-Buena idea mi niña. Dijo Elena.

-Si abuelita, voy a jugar un rato . Dijo Sophie yéndose a su cuarto.

-Ves Adelyn, no tienes nada de que preocuparte.

-Ya veo mamá.

-Adelyn, pasamos a despedirnos. Debemos irnos. Dijeron los chicos entrando a la habitación.

-Nos vemos chicos gracias. Los quiero. Dijo Adelyn.

-Adiós Adelyn. Que te mejores. Dijo James.

-Adiós James. Gracias por todo.

-Entonces Adelyn, ¿Me prometes que lucharás por este amor pase lo que pase?

-Te lo prometo mamá. Dijo levantando su mano.

-Está bien Adelyn. Eso espero. Te dejaré descansar un rato.

-Gracias mamá. Dijo Adelyn recostándose un rato.

Elena la dejó descansar escuchó que tocaban la puerta y fue a ver quien era.

-Hola de nuevo Elena. Dijo Derek.

-Hola hijo, pasa. Siéntate.Le avisaré a Adelyn que ya estás aquí. Dijo caminando hacia la habitación.

-No, espere. Tengo algo importante que hablar con usted.

-Está bien. Siéntate. Dime. ¿Qué tienes que decirme?

-Usted sabe más que nadie que amo a Adelyn con todo el corazón.

Le pedí que fuera mi novia formalmente de nuevo, porque la conozco y sé que ella no permitiría la cercanía que tenemos siendo solo amigos.

Pienso que si ella aceptó es porque me ama tanto como yo a ella. Pero me preocupa que las dudas le regresen y ella no quiera aceptar lo que le voy a proponer.

-¿Y qué le vas a proponer? pregunta Elena

-Que sea mi esposa. Porque la amo quiero estar con ella y con Sophie siempre .

-¿Me estás diciendo que cuidarás de Sophie también?

-Claro que si, la cuidaré como si fuera un padre. No pretendo ocupar el lugar de Hubaldo. Pero yo quiero cuidarla como si fuera mía.

-¡Ay Derek! La verdad es que como tú no hay dos. Anda y habla con Adelyn, te está esperando con ansias.

Derek se dirigió al cuarto de Adelyn y la encontró hablando con si misma.

-¡Derek no sabes cuanto te amo! Decía Adelyn acostada en su cama.

-¡Pues claro que lo sé! Dijo Derek entrando a la habitación.

-¡Ay Derek! Me asustaste.

-Lo siento. Lo dije en voz alta. ¿Cómo te sientes amor?

-Mucho mejor mi amor. Aunque todavía me duele un poco aquí. Dijo agarrando su espalda.

-¿Dónde te duele? Dijo acercándose a ella.

-¡Aquí! Dijo señalando su espalda

-Conozco un remedio para eso. Dijo Derek acercándose más a ella.

-Ah si. ¿Y cuál es ese?

-¿Segura que quieres saber?

-Segurísima.

-¡Este! Dijo Derek dándome besos en las piernas, en las rodillas, en los pies, en el cuello, en los labios...

-¿Todavía te duele?

-Si, mucho.

-¡Dónde te duele ahora?

-¡Aquí! Dijo señalándose

-¿Dónde queda esa parte que se llama aquí?

-Me duele mucho el cuello, el abdomen, la espalda.

-En serio. ¿Tan mal estás?

-Si, estoy muy mal.

-Pues te voy a curar entonces. Prepárate para recibir tu medicina.

Derek me abrazó, me acarició, empezó a darme besos donde sea que yo le dijera que me dolía hasta que me quedé dormida abrazándolo y con mi cabeza en su pecho.

-¿Puedo pasar? Pregunta Elena.

-¡Claro Elena! Contesta Derek.

-Le traje esta sopa para cuando despierte. Haz que se la coma por favor. Dijo dejando la sopa en una mesita.

-Está bien Elena, gracias. Dijo Derek a Elena mientras se iba.

-¿Qué hora es amor? Pregunta Adelyn abriendo sus ojos.

-Las dos de la tarde mi amor. Siéntate para que comas. Elena te hizo una sopa.

-¡No tengo hambre! No me quiero despegar de ti.

-Claro que tienes hambre. Siéntate , no me voy a despegar de ti.

-¡Está bien! Dijo Adelyn.

¡Abre la boca! Dijo Derek tomando la cuchara.Eso es Adelyn.

-¡Amor! Dijo Adelyn.

-¡Dime pequeña!

-¿Esto no te hace recordar algo?

-Jeje si. Algo muy especial.

-¿Ah si? Pregunta Adelyn frunciendo el ceño.

-¡Si!

-¿Y qué es?

-Cuando te rescaté y te llevé a la cabaña no querías comer y terminé dándote la sopa como a una niña.

-Jeje si.

Pero ahora no intentes chantajearme con eso y come.

Está bien amor.

Mi más bonita casualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora