Capítulo 3

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-Soy Lila, ¿y tú?-


-Soy ____. ¿Estarás en baile?-

-sí, no me gustan mucho los deportes.- wow... me recuerda a alguien, ¡ah sí! A mí.

-A mí tampoco me gustan.-reímos.

Las clases de baile llegaron pero hicimos lo mismo de todos los días (los primeros) calentar y sólo improvisar, no es gran cosa pero es mejor que nada. Lila es muy amigable, es nueva, creo que por eso no la había visto, es obvio ____. ¿Por qué rayos hablo conmigo misma?, da igual. Regresamos a los vestidores y nos cambiamos. Me puse lo mismo de la mañana.

-¿Te irás sola?- me preguntó Lila.

-No, me voy con un amigo.-

-Ohhh.... Bueno, en otra ocasión nos vamos juntas y así te muestro dónde vivo.- sonrió.

-Claro, será cuando el idiota de mi amigo me cambie.- suspiré.

-¿Cambiarte?, ¿pero por qué?- tomó su bolsa y yo la mía.

-¿En serio quieres saber?- asintió. –Pero no digas nada.-

-No diré nada, pero dime...-suspiré.

-¿Alguna vez... has tenido un amigo... y estás enamorada de él?-suspiró.

-Ya veo a dónde va todo. Estás enamorada... pero él no lo sabe.-asentí.

-Lo peor es que... bueno... tengo miedo de que quiera a otra y yo... quede en el olvido.- caminé a la salida del salón, sabía que Lila me seguiría.

-No creo que te cambie, pero... puedes ser su novia si le dices.-

-Lo haces sonar muy fácil.-agaché mi cabeza.

-Sé que no lo es pero... puedes tener una oportunidad.-

-No creo... yo... no tengo ese valor. Suspiré y miré al techo. –bueno, me tengo que ir que me debe estar esperando.-

-Está bien, pero piénsalo.- sonreí.

-Trataré. Adiós.- le di un abrazo y caminé a la salida. Ahí estaba Harry viendo a la nada, como siempre. -¡Hey!, ¿a quién miras?- dije cuando llegué.

-A nadie... ¿Por qué?, ¿no puedo mirar a alguien?-reímos.

-No lo sé.- me encogí de hombros.

-Vamos que llegaremos tarde y nos matarán.- comenzamos a caminar.

-¿Cómo te fue en el entrenamiento?- lo mire.

-Normal, ¿y a ti en baile?-

-Hice una amiga.-dije fácil.

-¡Me cambiarás!- se hizo el ofendido.

-Claro que no, es sólo que... me agradó.-sonreí.

-Bien, voy a buscar a un chico y te cambiaré por él- reí.

-Lo haces y te plancho el cabello.-lo amenacé.

-¡No!, ¡mis rizos no!-

-Hahaha, de acuerdo, Styles... no me meteré con tus rizos.-

-¡Gracias Dios!- miró al cielo.

-Estás loco.-negué con una sonrisa.

-Gracias, que tierna eres.- dijo sarcástico.

Llegamos a su casa, siempre me quedo un momento antes de ir a la mía. Subimos a su cuarto y está como siempre... un poco... desordenada. Dejé mis cosas en la cama y me arrojé a ella.

-¿Dónde está tu mamá?- pregunte. Harry dejo sus cosas en la mesa de noche.

-No sé.- dijo indiferente.

No hice otra pregunta más. Regresé mi vista a Harry y... no puede ser, se está quitando la camisa, ¡Dios!, jamás lo había hecho, la empezó a levantar lento... muy lento, ¿Por qué?, la camisa empezó a llegar a la parte alta y salió por su cabeza, la arrojó al suelo, ¡Dios santo!, su espalda, se ve tan... fuerte y bronceada, pero qué vista. Tragué saliva al ver tal espectáculo, nunca lo he visto así, se viró y me volteo a ver, no dijo nada y siguió con lo que hacía, se acercó a mi he hizo algo que me mató por completo, se acercó y se pasó por encima (como en la foto), tomó su teléfono de la mesita de noche que estaba a mi derecha. Me dará un infarto en ese momento, lo juro. Mi respiración estaba alterada, mis latidos demasiado rápidos, esto es impresionante.

-Voy a bañarme, ahora vuelvo.-entró al baño. 

 

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Prefiero Quedarme CalladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora