Capítulo 18

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-¿Ah, sí?-sonrió pícaro, se acercó más a mí y me tomo de la cintura sin importar el hecho de que tenía su helado en la mano. -¿tanto como para besarme?-

Mis manos se helaron, mis ojos se abrieron de los nervios; mi corazón se aceleró como si hubiera corrido más de veinte metros, no puede ser que me esté pidiendo esto. ¿Qué intenta hacer?, ¿probarme?, no puedo creerlo, no voy a desperdiciar esta oportunidad, no hoy. Acerqué mi rostro a él, nuestros labios quedaron a pocos centímetros y me atreví. Junté mis labios con los de Harry, que no tardo nada en seguirme el beso, me acercó más a él tomándome de la cintura. Sus labios rozaban los míos con delicadeza, eran tan suaves, un sentimiento increíble. Cuando me hizo falta un poco de aire me separé de él sin quitar mis manos de su cuello.

-No, no te detengas.-susurró en mis labios con su voz ronca.

-Harry...-dije en un suspiró.

-Shhh... no hables.-sonrió. -____... no sé qué me pasó, pero lo necesitaba.-sonreí.

-Eres un loco.-lo miré y me encontré con sus ojos verde esmeralda.

-Lo sé hermosa, lo sé.- se separó un poco para acariciar mi mejilla. -¿me darías otro beso?-hizo un puchero con su labio a lo que reí.

-¿Quieres otro?-pregunté divertida.

-Sí, créeme que sí.-reímos.

-No puedo creer que ésto esté pasando.-susurré.

-¿Dijiste algo preciosa?-se acercó más a mí.

-No, nada.-sonreí tímida.

Decidí complacerlo y volví a juntar mis labios con él, jamás creí poder sentirlos en mis labios, siempre había soñado con ese momento tan perfecto, tan mío como de él, simplemente de los dos. Pasamos la tarde en el parque. Harry no dejaba de besarme y yo lo aceptaba con mucho gusto.

********* *******

Al día siguiente me levanté de lo más feliz que nunca estuve. Me duché y me vestí. Bajé por una manzana, pero en lo que estaba en la cocina tocaron el timbre de mi casa, corrí para abrirla.

-¿Harry?-pregunté confundida. –siempre voy yo a tu casa, y no es mi cumpleaños como para que vengas conmigo.-sonrió.

-Vine porque quise hermosa.-se acercó a mí y me dio un corto beso en los labios, inmediatamente me sonrojé.

-No tenías por qué.-sonrió.

-Vamos o llegaremos tarde.-asentí, corrí por mi bolso y salimos hacia la escuela.

Caminamos mientras platicábamos. Seguía siendo el mismo de siempre, sólo que ahora era mucho más cariñoso y me besaba, cosa que a mí me agradaba. Cuando llegamos me acercó aún más a él, como muestra que yo no era libre, pero la verdad es que sigo libre.

-Harry... ¿Qué haces?-lo miré extrañada.

-No quiero que te vean así como así, que sepan que no estás disponible.-me tomó de la mano.

-Hey, hey, hey.-me separé un poco. –Oficialmente yo sigo soltera.-le aclaré.

-Está bien, pero no será por mucho.-sonrió.

-Ya lo veremos.-alce mis cejas y me alejé de él dejándolo parado en el pasillo.

Corrí hacia el baño para calmarme, me sentía muy nerviosa, ansiosa y emocionada. Me acerqué al lava manos para mojarme un poco la cara. Me empecé a secar las manos cuando escuché que cerraban la puerta con fuerza haciéndola sonar por todo el baño.

-¡¡TÚ!!-gritó cuando entró completamente. Rápido me escondí detrás de unos botes. -¡¡maldita enana castaña!! !!te juro que no verás la luz el día de mañana!!-golpeó una puerta.

-¿Jena?-susurré cuando la ví. Al parecer escuchó porque miró a todas partes y me vio.

-Ahh...-dijo en modo amenazante. –Hablando del rey de Roma.-se acercó lento.

-¿Qué te pasa?-me levanté del suelo.

-¿Q-Qué me pasa?... ¡¡¿Qué me pasa?!!-gritó. –¡¡¡Tú estúpida castaña!!!-me apuntó.

-¿Ahora qué te hice?-bufé.

-¡¡Tú y tus malditas palabras, tu presencia y todo de ti!!-siguió gritando.

-¡¡Cállate!!-le grité.

-¡¡¡Por tu maldita culpa, Harry no me quiere cerca!!!!-  

Prefiero Quedarme CalladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora