Capítulo 23

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-¡Vete al diablo!-le respondí. Tomé la puerta deslizante y salí de ahí.

Por suerte Anne no estaba cerca, sólo tomé la perilla de la puerta y salí corriendo. Al llegar una cuadra lejos, di un gritó chillón sacando toda la ira de mi garganta completamente cerrada, las lágrimas me quemaban los ojos y las mejillas, apuesto a que estoy hecha un desastre. Me senté en la acera con las piernas recogidas y las rodeé con mis brazos, apoyé mi cabeza en las rodillas ocultando mi cabeza.

Es todo, he desperdiciado mi única oportunidad de confesárselo a Harry, soy una estúpida, no puede ser que no le pude decir cuánto lo amo, él no quería jugar conmigo, los besos... los besos significaban algo para él, soy tan patética.

Escuché el ruido de unos pasos acercarse, levanté el rosto y miré ligeramente hacia arriba con los ojos arruinados en llanto. Me topé con la mirada de Harry combinada con muchos sentimientos, preocupación, dolor, tristeza, curiosidad, extrañado.

Bajé los ojos hacia sus pies, estaba descalzo, es más que obvio que no le importó salir así. Se agachó, tomó de mis brazos desenrollando mis piernas, hizo que me levantara. Quedé en frente de su pecho, obviamente es más alto que yo. Con sus dedos tomó de mi mandíbula para subir mi mirada a la suya, la acarició con su pulgar observándome en silencio. Con la mano izquierda apartó unas lágrimas de mi mejilla.

-¿Qué haces aquí?-le susurré con la voz cortada.

-Por lo menos déjame disfrutar de esta última noche.-se acercó a mi rostro.

-¿Y mañana, qué pasará?-suspiró.

-Te seguiré queriendo como hoy.-susurró cerca de mi rostro.

Abrí mis labios para responder pero antes de que pudiera decir algo Harry los atrapó con un beso. Sus labios acariciaban mi boca, con su lengua repasaba cada centímetro de ella para guardarlos en la suya, mordió levemente mi labio inferior y dio un beso corto en mis labios. Al abrir los ojos vi todo borroso, no me había dado cuenta que estaba llorando, parpadeé para limpiarlos. Me topé con la mirada de Harry en mí.

-Harry... es que yo...-

-Shhh...-me calló poniendo su dedo índice en mi labio. –No me hagas sentir peor.-suplicó.

Me acercó a él, me enrolló con sus brazos atrayéndome hacia él. Le respondí el abrazo, cuando nos separamos me limpié la nariz con el dorso de la mano.

-Ven, te acompaño a casa.-me tomó de la mano pero me solté de inmediato.

-No, gracias Harry, pero... no, esto será más complicado para mí.-le supliqué.

-¿También me vas a negar ésto?-alzó las cejas algo molesto.

-No...-dije en un suspiro. -... es sólo que no quiero seguir aquí, estoy muy confundida.-bajé mi cabeza, vi sus pies descalzos y no pude evitar una sonrisa divertida.

-¿Qué?-me dijo al ver que me reía.

-¿Descalzó?, ¿en serio?-miró sus pies y rió por lo bajo como yo.

-Yo... vine a ver su aún te alcanzaba.-se encogió de hombros.

-Perdón.-levanté ligeramente la vista. –No... no puedo decir...-me callé.

-¿No puedes decir qué?-frunció el ceño.

-N-No... puedo...-saqué el aire. Sentía como si algo me lo impidiera.

-Vamos _____, dime, me estás preocupando.-me tomó de las manos.

-Yo... quiero decirlo, pero algo me lo impide.-apreté sus manos e hizo lo mismo.

-Vamos.-susurró juntando su frente con la mía y cerrando los ojos.

-Harry... yo...-bufé en voz baja.

-Escúchame.-dijo en voz baja. –dímelo, sólo dilo, aquí estaré para cuando lo digas, tú puedes.-me animó.

-Yo...yo... te...-asintió levemente.

-Tú...-me indujo a seguir. -...vamos ____, yo también.-dijo como si adivinara lo que le intento decir.

-Eso es lo que...-

-¡¡Harry!!-me interrumpieron.

Prefiero Quedarme CalladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora