Capítulo 22

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-Pero...-tragué saliva. -Sé que no me puedo cumplir ese reto, es una meta inalcanzable para mí, no puedo decir que me no me hace falta su presencia, él es todo para mí.-dije casi en un susurro.

-Wow, espero que no lo esté haciendo porque te rompería en mil pedazos.-asentí con la cabeza baja.

-Por eso tengo miedo, tengo miedo que no me quiera como yo a él.-aparté una lágrima que rodó por mi mejilla.

-¿Y si ya se dio cuenta y por eso está tratando de enamorarse de ti?-abrí mis ojos alarmada.

-No lo creo, me hubiera dicho algo.-parpadeé muchas veces.

-Quién sabe, sin embargo... no lo sé, disfruta ahora que lo tienes comiendo de tu mano.-reí.

-Eso intentaré.-sonrió.
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Pasaron dos semanas desde que toqué el tema con Lila. La relación entre Harry y yo sigue igual, como dije, lo único que ha cambiado es que ahora nos besamos. Estábamos en el jardín de su casa recostados en el pasto con las manos en el estómago mirando hacia el cielo con un par de estrellas en él. Era más de media noche.

-Hace mucho tiempo que no hacíamos ésto.-le dije mirando las dos estrellas solitarias.

-Es porque casi nunca te escapas de casa para venir a la mía.-dijo divertido.

-Te recuerdo que tú fuiste el que me acaba de robar.-reímos. –No puedo creer que hayas hecho ésto, mi madre te matará.-dije divertida.

-Es lo más probable.-dijo en un suspiro. Se acomodó para sentarse y lo imité. –Además... quería decirte algo importante.-fruncí al ceño.

-¿Importante?-dije confundida. Esperen... no, no puede ser lo que estoy pensando.

-Sí. _____ hemos sido amigos por mucho, mucho tiempo, pero necesito escuchar algo, sólo esas palabras que salgan de tu boca.-me tomó de las manos mirándome en la oscuridad de la noche, y las pequeña luz que daba de su casa.

-¿Qué quieres saber?-dije nerviosa, la garganta se me cerró y me costó respirar.

-¿Qué sientes por mí?-me miró directamente a los ojos.

Alcé mis cejas sorprendida, lo miré atentamente a los ojos, no pude evitar su mirada. _____, es el momento, el momento en el que le dices todo lo que has sentido por él estos últimos años de su amistad. Un momento, ¿últimos?, para nada, lo que has sentido por él desde que se conocieron, lo que has sentido desde la primera palabra que cruzaron, desde la primera vez que se encontraron, lo que sentías al verlo jugar fútbol, lo que sentías cuando te llevaba los regalos de tu cumpleaños a casa, cuando te cantaba "Feliz cumpleaños" a las 6:00 a.m. y llegaba como tu sirviente. Dilo ____, llegó la hora de sacar tantos años de amor guardados en el corazón.

-¿Y bien?-insistió. Me percaté que tardé en reaccionar ante su pregunta.

-Yo...-me quedé sin respiración. -...Harry, yo...-abrí los labios pero no salió nada.

-¿No sientes nada por mí?-me dijo alzando interrogativamente las cejas.

-N-No...-me callé.

Harry relajó su expresión al máximo, se quedó totalmente serio. Me alarmé ante su reacción, ¿no?, ¡¡¿NO?!! ¿Qué rayos te pasa ____ (tn)?, ¡¿no puedes decirle el amor que sientes por él?! No creo poder decirle, es demasiado, he llevado esto guardado por años, es imposible que pueda sacarlo, ¿soy tan inútil?, ¡soy estúpida!, acabo de negar algo que siento durante años. La mitad de mi cerebro peleaba con la otra, y mi corazón era como el réferi. Harry se levantó y miró hacia un lado con las manos en sus caderas. Me levanté y caminé hacia él.

-Creí... que...-susurró con la voz ronca.

-No quise decir eso.-le dije. –yo...-¡¡vamos!!

-¿Entonces?, ¿qué quisiste decir?-se volteó a verme con los ojos cristalizados. –Pensé que los besos significaban algo para ti.-se cruzó de brazos.

-Sí significan algo.-mis ojos se empezaron a llenar de lágrimas.

-Sí, para mí también.-apretó los labios. –La estupidez más grande que he hecho.-su voz se cortó.

-¿Estupidez?, ¿crees que soy una "estupidez"?-fruncí el ceño molesta. –Sí de eso hablamos, yo también hice una gran estupidez.- alcé el mentón a la defensiva.

-No dije que fueras una estupidez.-me aclaró.

-El primer comentario en es el que más cuenta.-le dije con odio. –Me largo de aquí.-caminé a la entrada de la casa.

-No hemos acabado.-me dijo. Volteé y seguí caminando. -¡_____!-me gritó.

-¡Vete al diablo!-le respondí. Tomé la puerta deslizante y salí de ahí.  

Prefiero Quedarme CalladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora