Capítulo 25

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-Sí.-dijeron al unísono.

Mis ojos estallaron de su lugar, mi boca se abrió ligeramente, mi interior se estaba destruyendo como cuando el Titánic chocó con el aisber. Miré de reojo a Harry y tenía el ceño fruncido extremadamente fruncido.

-No pueden hacer eso.-les dije. –Hemos sido amigos desde hace más de cuatro años, somos inseparables.-el corazón me palpitaba a mil por hora.

-_____ tiene razón.-respondió Harry. -¿saben las consecuencias que puede pasar si hacen eso?, ¡por ella no me han expulsado!-dramatizó.

-Por dios, Harry, no eres dependiente de ella, ninguno es dependiente del otro.-respondió Anne.

-Por favor, no nos hagan esto.-supliqué con los ojos al borde del llanto.

-Lo siento, querida, sabes que te quiero mucho pero... esto no puede seguir así, ambos me preocupan.-nos miró a los dos. ¿Preocupar?

-Anne tiene razón, lo mejor es que se distancien un poco. Harry, tú no sales de mi casa, así que a partir de ahora será de  la escuela a tu casa, no sé si tienes más amigos. Y tú _____, no tienes amigas, entonces quiero que convivas con algunas chicas de su clase.-eso me dio en el corazón. La verdad nunca me había ocupado es tener más amigos, con Harry tenía todo lo que necesito.

-Tal vez, pero...-

-Sin peros.-lo interrumpió Anne. –A partir de mañana quiero que se vayan por separado, que convivan con más personas, ¿saben a lo que me refiero?-rodé los ojos.

-Sí.-susurré.

-De acuerdo.-dijo Harry de mala gana.

-Bien. Es hora de irnos.-Anne empezó a caminar.

Cuando Anne bajaba las escaleras, Harry tomó mi mano, me miró con cara de preocupación, Anne volteó, agarró la muñeca de Harry e hizo que se apartará más de mí, poco a poco su mano se fue separando de la mía hasta que finalmente estaba lejos.

Miré a mi madre con el rostro completamente serio, mis ojos demostraban tristeza y enojo. No esperé a que dijera nada, caminé rápido a las escaleras, a zanjas las subí, tomé la perilla de mi cuarto, la giré y cerré con fuerza.

Me tiré en la cama, hundí mi cara en una almohada y grité con todas mis fuerzas haciendo que el sonido sólo retumbara en mis oídos, mis sollozos chocaban con la almohada. Levanté mi cara para tomar aire y me di cuenta que la almohada tenía pequeñas manchas negras a causa de mi maquillaje. Me recosté boca arriba, las lágrimas corrían por los costados de mis ojos y las sentía por mis oídos.

-¿_____?-unos pequeños golpecitos tocaron a mi puerta y después la voz de mi madre. –Hija, sé que te duele pero...-

-¡¡Cállate!!-le grité. -¡¡Sabías que yo lo amo, que es la persona que me hace sonreír!! ¡¡Y me hiciste ésto!!-dije entre sollozos.

-Lo sé hija, pero Anne se veía realmente preocupada, enojada y...-

-¡¡Pero tú hubieras argumentado!! ¡No sabes cuánto me duele!-di un pequeño grito de dolor.

-Princesa... yo...-

-Ya...-dije más tranquila. Me sequé las lágrimas y la nariz con el dorso de la mano. -... no quiero seguir hablando, quiero dormir.-

-Está bien, buenas noches.-

Cuando me aseguré que ella se había ido, tomé mi teléfono para llamar a Harry. Al encenderlo, encontré un mensaje, lo abrí y decía:

H: Lamento que haya pasado ésto, todo ha sido mi culpa, pero... creo que debemos de obedecerlas, no es que no quiera seguir contigo, es que... tú sabes que a mi madre siempre le hago caso, Lo siento. Te amo.

Al ver el mensaje mi enojo aumentó, es increíble que me haga sufrir. Quería aventar el teléfono a la ventana y romperla, pero no, él no tiene la culpa. Le di una pequeña patada y lo hice caer al suelo. Me acobije sin importarme nada y en poco tiempo me quede dormida.
******************

Cuando me levante me puse lo primero que se puso en camino, escogí un gorro para tapar mi cabello que estaba de lo más desacomodado posible. Cambié mi bolso para no tener un recuerdo de Harry en mi día, además de su presencia. Caminé sola a la escuela, no pasé por la casa de Harry, ¿para qué?, ¿para qué Anne me regañe y le diga a mi madre?, no gracias.

Al llegar a la escuela fui a mi casillero. Miré al frente donde estaban mis libros y, en la tapa, estaban las fotos de Harry y yo, varias de ellas. Una era de él y yo en un parque, tenía mi cabello un poco más corto y el cabello de Harry era más rizado, otra fue en mi cumpleaños, esa la tomó mi madre, y por último... solo una foto de él sonriéndome hacia la cámara.

-¡Hola _____!-sobre salté, pero vi que era Lila.

-Hola Lila.-dije sin muchos ánimos.

-Wow... te ves muy mal. No quiero ni imaginarme por qué.-hice una pequeña sonrisa. –pero bueno, tenía que decirte que el chico del que te platiqué... ¡llega hoy!-  

Prefiero Quedarme CalladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora