Capítulo 21

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-¡Buenos días chicos!, antes que nada.-dejó sus cosas en la mesa. –quiero agradecerle a ____ y Jena por limpiar los salones para las reuniones. Pero... tengo una observación, en las cámaras de seguridad se puede ver que las dos están peleando y Jena... tú te vas muy temprano, ____ es la que se quedó a limpiar, ¿por qué?-frunció el ceño curiosa y nos miró a las dos.

Observé de reojo a Jena, tragué saliva y no me respondió nada. Vamos ____, inventa algo.

-Ammm.... Jena tuvo que irse.-la maestra frunció el ceño.

-Pero se ve que estaban peleando.-miró a Jena.

-Estábamos discutiendo porque ella no quería que me fuera y dejarla con el trabajo.-dijo con voz aguda. Odio esa voz.

-Entonces... tú no hiciste nada.-la apuntó con el dedo.

-Tal vez... la dejé con la mayoría de trabajo.-hizo una mueca.

-Perfecto.-asintió. –se supone que las DOS lo iban a limpiar. Buscaré un castigo para ti... luego.-

A Jena se le vino el mundo para abajo, se puso roja como un tomate, se veía más enojada que de costumbre. Intenté no mostrar mi sonrisa victoriosa. Las clases siguieron, Harry no dejaba de verme cuando uno de los profesores se volteaba. La campana sonó a la hora del receso y salí con Harry hacia la cafetería, llegamos y compramos lo que íbamos a comer, entonces nos fuimos al jardín.

-¿Jena te dejó con todo el trabajo?-me preguntó Harry.

-Digamos que sí, porque se enojó.-hice una mueca.

-Sí... cuando llegó a mi casa estaba muy molesta.-asentí.

-¿Por qué no le hiciste caso a ella?, es decir... ¿por qué no te molestaste con Jena?-hizo un gesto indicando que comenzó a pensar.

-Quizás porque no le creí, no me convenció lo que dijo.-se encogió de hombros.

-Qué bueno.-susurré.

-¿Qué dijiste?-

-Nada.-dije rápido.

Terminamos de comer y entramos a clases. En la clase de baile busqué a Lila, la encontré en los vestidores guardando sus cosas.

-Hola Lila.-le sonreí.

-Hola ____.-me abrazó. -¿recuerdas lo que te dije del chico que venía y que no había visto desde hace años y que se ha puesto MÁS guapo?-dijo emocionada.

-Sí, ¿hablaste con él?¿Qué tal?-sonreí pícara.

-Vendrá a la escuela.-dijo emocionada.

-Uy... alguien puede tener una oportunidad con él.-le dije pícara.

-No lo sé, es que... él es tan guapo y... será muy codiciado, no creo que pueda llegar a sentir algo por mí.-dijo cabizbaja.

-Ay... te contaré algo que tal vez te haga tener fe.-hice una mueca.

-¿Qué?-frunció el ceño.

Me terminé de cambiar, salimos de los vestidores y fuimos a la sala de baile. Entramos y como el maestro aun no llegaba nos sentamos en el piso y le comenté todo lo que me había pasado con "mi amigo", aún no le he dicho que es Harry, no sé si todavía es tiempo.

-Wow, entonces... ¿ahora le gustas?-alzo una ceja.

-No lo sé, de un momento a otro cambió de parecer.-me encogí de hombros.

-Y que tal si...-se detuvo.

-¿Qué?-pregunté curiosa.

-No sé si decirte.-se mordió el labio inferior nerviosamente.

-Dime.-insistí.

-Qué tal si... si sólo tal vez... esté jugando contigo y tus sentimientos.-

Me puse a meditar por solo un minuto lo que dijo, no lo había pensado antes. ¿Tendrá razón?, ¿estará jugando conmigo? Pero Harry no es así, estúpida pelea de ideas en mi cabeza. Suspiré muy pesado, creo que notó que me puse un poco deprimida, nunca lo había tomado por ese lado.

-No lo había pensado así.-susurré con voz ronca.

-No digo que lo haga, pero... no quiero que salgas herida.-la miré con los ojos un poco cristalizados, mis lágrimas estaban por caer.

-Si él lo está haciendo...-suspiré. –...no lo quiero volver a ver por el resto de mi vida.-

-Pero...-me dijo.

-Pero...-tragué saliva.- Se que no me puedo cumplir ese reto, es una meta inalcanzable para mí, no puedo decir que me no me hace falta su presencia, él es todo para mí.-  

Prefiero Quedarme CalladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora