Capítulo 12

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-Por...-tragó saliva.

-Responde.-exigí.

-Por... ¿por qué mejor nos vamos a clases?-sonrió nervioso.

-¡No!, yo quiero que le digas ahora.-apunté a su casa.

-Te propongo algo.-conozco esa cara, es la cara de negocios.

-¿Qué?-rodé los ojos.

-Le diré a mi mamá...-asintió.

-Pero...-completé, lo conozco y sé que quiere algo.

-Pero... necesito que me ayudes.-sonrió.

-¿En qué?-pregunte extrañada.

-Vamos a clases y te diré.-suspiré.

-Está bien. Sólo porque quiero que le digas a tu madre.-lo amenacé con el dedo.

-Sí, sí, vamos.-reímos.

Caminamos hacia la escuela después de tanto enojo. ¿Ayuda?... pero... ¿ayuda de qué?, no creo que quiera que lo ayude en alguna materia, sabe que soy igual de estúpida que él. Seguimos platicando de tontería y media cuando llegamos a la escuela, fuimos a nuestros casilleros, estaban casi juntos así que no nos separamos mucho, tomé y dejé algunos libros de mi bolso y cerré mi casillero.

-¡____!-me volteé y era Lila.

-Hola Lila.-sonreí.

-Hola, necesito que me des tu opinión de algo.-suplicó.

-Claro, ¿pero de qué?-fruncí el ceño.

-Hola Lila.-saludo Harry que salió de quién sabe dónde.

-Hola Harry.-lo miro de reojo. En serio esta chica no quiere nada con él...me agrada.

-Bueno, ¿Qué es lo que necesitas?-se puso un poco nerviosa y se acercó a mi oído.

-En privado.-susurró.

-Ohhh, ammm... Harry, luego hablamos, ¿sí?-

-claro, nos vemos en el salón.-dio media vuelta y se fue.

-listo, ¿en qué estábamos?-la miré.

-Lo que pasa es que... hace años hice un amigo en Los Ángeles, él es tan cariñoso, caballeroso, tierno, guapo... muy guapo, inteligente y muchas cosas más.-dijo ilusionada.

-¿Y?-dije sin importancia.

-Se mudara a la ciudad y te juro que estoy muy nerviosa, no lo veo desde hace mucho, me dijeron que ha cambiado y que se ha pues... MÁS guapo.-en serio se ve nerviosa.

-Wow, ésto se pondrá bueno.-sonreí emocionada.

-¡No es gracioso!, es enserio este chico me trae por los suelos.-

-¿A qué quieres llegar?-me harté.

-¿Qué debo hacer?-tragué saliva.

-No sé, Lila... tengo el mismo problema que tú.-miré abajo.

-Cierto, tu amigo.-hizo un mueca. –por cierto, no sé ni cómo se llama.-

-Mmm... luego te digo.-no creo que sea el momento para decirle quién.

La campana sonó y fuimos a clases, pase por la puerta y entré, caminé a mi lugar y me encontré con algo que me calló en el hígado, como una bala en la cabeza, como cuando te golpeas el dedo gordo con algo, como cuando te halan del pelo y no te desquitas, como romperte una uña, como todas esas cosas... me pasaba.

-Ammm...-dije cuando llegué a mi lugar. Jena estaba sentada junto a Harry y platicaban.

-Hola ____.-sonrió Jena.

-Perdona pero es mi lugar.-tranquila ____... tranquila.

-¡Cierto!, lo lamento.-sonrió tímida. –Nos vemos Harry.-se levantó y se fue a su lugar, Harry no le quitó la mirada de encima.

-¿Fastidiosa?-le pregunté. No me respondió así que le di un golpe en la cabeza.

-¡Auh!-se quejó.

-No me respondías.-dije sin preocupación.

-Perdón, pero es que... ella es tan...-suspiró.

-¿Tarada?-susurré.  

Prefiero Quedarme CalladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora