Capítulo 15

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-No puedo Harry.-bajé la cabeza.

-¿Qué tienes?-me miró preocupado. –si no quieres no tienes por qué hacerlo.-sonreí.

-Entonces... ¿me sueltas?-respondió a mi sonrisa.

-Está bien.-me soltó.

Caminamos un poco rápido al salón, afortunadamente la maestra de álgebra aún no había llegado. Entramos corriendo a nuestras sillas y reímos. Miré por un momento a Jena que... no se veía tan feliz con nuestra llegada tarde. ¿Por qué no hacerla rabiar más? Tomé uno de los brazos de Harry y lo pasé por encima de mis hombros mientras lo abrazaba. A Harry nunca le molestó los abrazos, es más, a veces él me pide un abrazo. Jena suspiró enojada y volteó la mirada para seguir hablando con su amiga.

Sonreí victoriosa y satisfecha por hacerla rabiar. Harry y yo seguimos hablando y luego llegó la maestra de Álgebra. Pasaron las clases muy aburridas y llegó la hora de baile y luego de salida. Estaba a punto de llegar a la puerta cuando la maestra me habló.

-____... recuerda que te quedarás con Jena para limpiar los salones.-rodé los ojos y giré sobre mis talones, al voltear estaba Jena no tan feliz pero tampoco enojada.

-Sí, maestra, es sólo que... quería alcanzar a Harry.-sonreí. Jena se puso molesta al escuchar que dije eso.

-Bien, pero ahora es momento de que vayan a limpiar los salones, será solo uno, no es mucho trabajo.-nos miró a las dos. –síganme.-

Caminamos por los pasillos, subimos dos escaleras y entramos a un salón descuidado, las sillas estaban empolvadas y un poco viejas, el piso tenía mucha basura y polvo, las ventanas estaban cerradas con las persianas que también estaban empolvadas. La maestra sólo nos llevó a ese salón y se fue, vimos que había dos escobas, trapos y cosas de limpieza en el piso junto a la puerta. Tomé una de las escobas, dejé mi bolsa en una de las mesas y comencé a barrer desde el fondo del salón.

-¿No me ayudarás?-le dije a Jena que sólo se quedó parada viéndome barrer.

-¿Quién te crees para llevarte y darle ordenes a Harry?-dijo directa.

-¿Disculpa?, yo no le doy ordenes a Harry, y por si no te habías dado cuenta, soy su mejor amiga.-ésta es una de las pocas veces en que me gusta decirlo.

-Por eso mismo, eres sólo su amiga, no tienes ningún derecho sobre él.-se acercó un poco hacia mí.

-¿Ésto es por el escándalo del receso?-rodó sus ojos.

-No exactamente, pero si lo quieres tomar así...-endurecí mí mandíbula.

-Soy su mejor amiga, me quiere y mucho, nos conocemos hace más de 4 años, y tu no puedes llegar como si lo conocieras de toda la vida y decirme lo que puedo y no puedo hacer, ¿entendiste?-fingió una sonrisa.

-No, no entendí, pero sabes... Harry también me quiere mucho, creo que hasta más que a ti.-

Ahora no iba a permitir esto, es el colmo, Harry no puede querer a esta teñida oxigenada más que a mí, no puede, sabe que me dolería en lo más profundo del alma, aún sin saber que estoy completamente enamorada de él; jamás me haría esto, él no es así.

-No sabes lo que dices.-cambié mi concentración de la rubia a la escoba.

-No lo aceptes, pero cuando veas la realidad no te pongas a llorar.-se encogió de hombros.

-¡Cállate!-tomé el palo de la escoba y le dí un golpe en la mejilla derecha. En ese momento me sentía de lo más arrepentida posible, no soy mala, no me agrada Jena; pero no es razón para golpearla así, y lo hice...

-¡¿Qué rayos te pasa estúpida?!-me gritó con sus manos en encima de su rostro, sus ojos se empezaron a cristalizar.

-Perdóname Jena.-supliqué. –te juro que no quise... no quería...-me quedé sorprendida de mi reacción, no podía ni terminar una simple oración.

-¡No es cierto!, ¡lo hiciste apropósito!-gritó adolorida. –Cuando se lo diga a Harry tú...-mis ojos saltaron de la impresión.

-¡No!, ¡no le puedes decir a Harry!-grité asustada.

-Claro que puedo, y lo haré.-se acomodó un poco el cabello y salió del salón.

-Jena... ¡Jena!-le grité desde el fondo.

¡Esto es terrible!, Harry no puede saber que golpeé a Jena en la cara, y menos puede saber la razón de todo. Me tardé unos cuantos minutos en terminar de limpiar el condenado salón. Tomé mis cosas y busqué mi teléfono al escuchar que estaba sonando.

-¿Hola?-respondí.

-____... necesito que hablemos ahora, ven a mi casa.-era Harry.

-Harry... te juro que...-colgó.  

Prefiero Quedarme CalladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora