007 - Bruce Banner

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-    ¿Y qué haces ahí? – volviste a peguntarle. Atónita.

-    Ya te lo dije cielo, tengo que huir de la gente que me persigue.

-    ¿Y por qué a la India? ¿Por qué no me llevaste contigo?

-    Porque tienes una vida-

-    Y la estaba pasando contigo hasta que desapareciste sin rastro – le cortaste. Tragaste el nudo que se estaba haciendo en tu garganta, no querías llorar.

-    No te puedo arrastrar a esta vida de huir constantemente, cielo. Yo-

Le volviste a interrumpir pero esta vez cortando la llamada. Ya no podías aguantar las ganas de llorar, y aún menos querías que te oyera llorar. Al final de la noche te quedaste dormida, aún con lágrimas en la cara.

Una semana más tarde...

"El mundo está patas arriba después de la llegada de los Vengadores a nuestras vidas, algunos están a favor. Pero hay otros, que no están muy de acuerdo con ellos-"

Seguiste caminando por la calle transitada de Nueva York, tomándote el café. Los daños eran visibles. Edificios rotos, aceras llenas de escombros y de bichos de otro planeta muertos... Costaría un montón restaurar el orden en la ciudad. Pasaste al lado del edificio Stark, que ahora solamente tenía una "A" en su logo.

Tomaste otro sorbo mientras volvías a mirar en frente tuya. Y paraste en seco.

No sabías si era una alucinación. Pero veías a Bruce vestido con un traje salir de un coche bastante caro, junto con otro hombre. Dejaste caer el vaso vacío al suelo. Tu labio inferior tembló mientras te acercabas a ellos. La furia llenando tu cuerpo.

Bruce pareció no verte, ya que en seguida caminaron hacia la entrada del edificio Stark. Pero tú no le ibas a dejar huir fácilmente.

-    Bruce - susurraste, cuando iba a entrar al edificio. - ¡Bruce! ¡Bruce!

Antes de que entrara, Bruce se congeló y después dio media vuelta escaneando la multitud para encontrar esa fuente de sonido. Cuando la encontró, te miró a los ojos y dio dos pasos hasta que os encontrasteis cara a cara.

-    ¿Cuándo ibas a decirme que estabas en Nueva York? – dijiste, y otra vez apareció el nudo de garganta que no quería bajar.

-    Te lo iba a decir, después. Yo-

-    ¿Antes o después de que volvieras a la India? – preguntó el otro hombre con burla. Abriste los ojos como platos. Bruce le miró mal. El otro hombre levantó las manos, se encogió de hombros y entró en el edificio, dejándoos solos.

-    ¿Te ibas a volver a ir? – susurraste. Podías sentir tu corazón hacerse añicos. - ¿Y no me ibas a decir que habías estado en Nueva York?

-    No puedo quedarme en Nueva York. La ciudad puede correr peligro – dijo él. – Lo siento, cielo.

-    Podías haberme dicho algo al menos. Pensé que éramos algo, pero que estúpida de mi parte por creer eso - sonreíste sin ganas. Las lágrimas amenazando con salir. – Bueno, será mejor que me vaya. Tú puedes hacer lo que quieras.

Te diste media vuelta, la vista borrosa por las lágrimas acumuladas. Te mordisqueaste el labio inferior, rezando para que Bruce te parara y te dijera algo. Lo que fuera. Incluso si te decía que te fueras con él a la India, valdría.

Pero Bruce no dijo nada, ni siquiera intentó pararte.

Porque él prefería que estuvieras a salvo, aunque eso signifique que no estuvieras a su lado.

Imaginas Marvel #MEAs2016 #MEAs2k16Donde viven las historias. Descúbrelo ahora