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015 - Tony Stark

Estabas en la barra, esperando que el camarero se acercara a ti pero por más que le llamaras o levantaras la mano, ni te miraba. Volviste a suspirar.

Te apoyaste sobre el pie derecho mientras descansabas el izquierdo. Los tacones que llevabas eran bastante dolorosos.

- ¿Buena fiesta? ¿Se lo está pasando bien? – me preguntó una voz ronca a la izquierda. Giraste la cabeza y viste que se trataba nada más y nada menos que de Tony Stark.

- Bueno, me lo pasaría mejor si pudiera tomar algo.

- Eso está hecho - dijo mientras levantaba la mano, y chasqueó sus dedos. – Vamos Lewis, esta preciosidad quiere una bebida.

Mientras esperabais al camarero Tony te echó una ojeada de pies a cabeza.

- El negro te sienta muy bien, si me permite decirlo.

Inevitablemente te miraste. Llevabas un vestido negro largo, con un escote en V que te llegaba hasta debajo del pecho.

Para tu asombro, el camarero se acercó hasta donde estabais los dos inmediatamente. Aunque era de esperarse, ya que esta mega fiesta en el mejor hotel de Nueva York era obra de Tony Stark. Toda la bebida alcohólica, el tabaco e incluso la droga lo trajo él. La pista de baile estaba repleta de cuerpos sudorosos, y que seguramente la mayoría ha ingerido sustancias ilegales.

¿Y tú? ¿Y tú qué hacías en esta fiesta? Ya que estaba claro que no pertenecías a este entorno. Tu hermano trabaja para Tony, y esto, aunque parezca mentira, era una cena de empresa. Y tu hermano te invitó. Y claro, tu hermano te invitó con la idea de que no se quedara solo y hace poco se fue con acompañante.

- Dígame señor Stark, - dijo el camarero cuando se acercó hasta nosotros.

- Para mí un gin tonic, y para ella - te miró con una ceja alzada.

- Un Martini.

- Y para ella un Martini, - Tony le sonrió al camarero. El camarero se fue a hacer directamente nuestra orden y rápidamente os la trajo.

Tomaste un sorbo para tapar la sonrisa. Tony hizo lo mismo, sin irse. Como si quisiera seguir más tiempo contigo. Abrió la boca para decir algo pero en ese momento apareció una chica, con un vestido excesivamente corto de color crema y se colgó a su lado.

- Vamos Tony, me prometiste este baile. – dijo la chica. Tony, al principio, no se quería ir de tu lado. Abrió varias veces la boca pero finalmente asintió y se fue con la chica. Tú te reíste y caminaste fuera de la sala llena de humo y cuerpos sudorosos.

Saliste a la terraza, dónde no había tanto humo y ni tantas personas. Colocaste el vaso sobre la valla de la terraza y miraste todo el panorama.

- ¿Qué tal se lo está pasando? – Te volvió a preguntar esa voz. Te giraste para ver a Tony Stark un poco más borracho que antes.

- Muy bien. ¿Y usted? – le preguntaste con una ceja levantada.

- Bueno, lo tengo todo, todo y todo - habló un Tony borracho. - ¿Qué más puedo pedir?

Le sonreíste.

- Será mejor que me vaya – dijiste después del silencio.

- Oh no, quédese, - dijo mientras agarraba tu muñeca.

- No, es muy tarde ya. Debería irme. El metro cerrará pronto.

- ¿No has venido en coche? Te llevaré. No, mejor, te llevaré a mi casa - sonrió.

- Me temo que no.

- ¿Y por qué no? – hizo un puchero adorable.

- Porque todo en esta vida no se puede tener – y con una sonrisa te despediste.

La foto es el vestido de la protagonista.