063 - Vengadores

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Saliste de tu cuarto en la Torre de los Vengadores con una falda de florecitas y una camisa de tirantes. Cruzaste el pasillo hasta la puerta de Tony. Golpeaste la puerta y esperaste a que abriera.

-    ¿Qué quieres ahora Amaya? – te preguntó.

-    Necesito dinero.

-    ¿Cuánto? – suspiró. Se sacó la cartera de los bolsillos de sus vaqueros.

-    Veinte dólares.

-    ¿Y para qué los quieres? – te preguntó pasándote un billete de veinte.

-    Tengo una cita. Iré al cine y compraré palomitas – respondiste mientras te alejabas de él.

-    ¿Con ese tal Mark?

-    ¡Se llama Matt!

Pasaste delante del resto de habitaciones sin ningún altercado. Lo cual, era raro. Siempre había algún Vengador incordiándote o imponiendo normas estúpidas.

-    ¿Amaya? – preguntó Steve.

Te giraste para encarar a Steve, quien estaba en la puerta de su habitación.

-    Hola Steve – le saludaste con prisas.

-    ¿A dónde vas? – te preguntó viendo el modelito que habías elegido.

-    A una cita.

-    ¿Con esa falda tan corta? Será mejor que te cambies-

-    Adiós Steve – te despediste corriendo a la salida. Entraste al ascensor y pulsaste la planta baja.

El ascensor se volvió a abrir por lo que saliste caminando rápido (para que ningún otro Vengador te interrumpiera), anda más tocar el mango de la puerta principal, otra voz te interrumpió otra voz:

-    ¿Vas a salir hasta muy tarde? – te preguntó Thor. Te giraste y le miraste con una cálida sonrisa.

-    Sí. No volveré hasta muy tarde.

-    Entonces toma mi chaqueta – dijo. Se quitó su chaqueta vaquera y te la entregó. La tomaste encantada, te la colocaste e inmediatamente oliste la fragancia de Thor.

-    Adiós Thor – te despediste saliendo por la puerta.

Fuera de la torre de Stark estaba la camioneta de Matt. Era una Chevrolet colorado bastante antigua. Era de color rojo pero tenía la pintura descascarillada.

Cuando entraste él te dejó un beso en los labios  (con sabor a cigarrillos) e inmediatamente arrancó el coche (tardó tres veces en arrancar) y se dirigió rumbo al cine al aire libre.

-    ¿Al final qué película vamos a ver? – le preguntaste. Matt conducía el coche a través del parking. Eligió un buen sitio donde se veía perfectamente la pantalla.

- La que tú tanto querías.

Asentiste.

Saliste del coche y te dirigiste al bar que había. Pediste una bolsa de palomitas y dos Coca Colas. Mientras esperabas llegaste a ver por el rabillo del ojo a alguien vestido con una camisa de cuadros marrón. Te giraste pero no viste a nadie con esa camiseta. Por un momento te había parecido a Steve (ya que Steve amaba las camisas a cuadros). Te relajaste mientras recogías la bolsa de palomitas y un vaso de coca cola en un mano y la otra coca cola en la otra mano. Te estabas volviendo paranoica.

Volviste a la camioneta para ver a Matt fumándose un cigarrillo.

-    ¿Cuándo va a empezar?

-    En diez minutos – apagó el cigarrillo y se giró hacia ti. Colocó una mano en tu pierna. – Ya sé cómo podemos matar el tiempo.

-    Matt no me apetece – dijiste quitándole la mano de tu pierna.

Matt bufó, alejándose de ti.

Estaban echando los anuncios cuando ocurrió algo que no te esperabas (o tal vez esperabas que no ocurriera). La puerta del piloto se abrió y Matt fue sacado de su asiento. La puerta del copiloto también se abrió y Tony entró, empujándote hacia el medio.

-    Hola – te saludó.

Te giraste hacia la izquierda para ver a dónde había ido Matt. Steve estaba agarrando del cuello de la camisa a Matt. Matt, obviamente tenía cara de miedo.

-    Chico, ni lo intentes – dijo Steve. Le dejó en el suelo y se sentó en el asiento del piloto.

Las puertas traseras se abrieron y entraron Clint, Bruce, Thor y Natasha. Se sentaron bastante apretujados pero no estaban mal.

Tony cerró la puerta del copiloto y Steve hizo lo mismo con la del piloto.

Matt, que estaba fuera, golpeó el cristal. Steve bajó el cristal para oír lo que decía.

-    Este es mi coche. ¡Y me habéis echado de él! – gritó.

-    Shh. ¿Es que no ves que va a empezar la película? – le calló Thor.

-    Siéntate en el suelo si quieres, porque aquí dentro no vas a entrar. – Le dijo Clint.

Matt se quedó con cara de estúpido.

-    Vete, vete – le dijo Tony moviendo las manos y Steve subió la ventanilla de nuevo.

En ese momento la película empezó.

-    Chicos, ¿me podéis explicar qué está pasando? ¿Qué hacéis aquí?

-    ¿Realmente esperabas que te dejáramos ir con ese yonqui al cine al aire libre? – preguntó Bruce.

-    Sí. No sois mis padres para prohibirme salir – te cruzaste de brazos.

-    Amaya – empezó a hablar Thor. – Puede que no seamos tus padres, pero somos tu familia.

-    María nos encomendó la idea de cuidarte – habló por primera vez Natasha.

María, más conocida como la agente Hill, era tu madre.

-    Y esto es mío – dijo Tony después del silencio. Te arrebató el cubo de palomitas y la Coca Cola.

-    Tony, ¿en serio? – suspiró Steve.

-    ¿Qué? Yo las he pagado...

Bufaste.

Pero después sonreíste, porque amabas a todos Los Vengadores, aunque alguno fuera tacaño, otro muy anticuado, otro demasiado dios y bueno, así con todos los Vengadores.

Imaginas Marvel #MEAs2016 #MEAs2k16Donde viven las historias. Descúbrelo ahora