Capitulo 14

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Marinette se sentía deprimida por los últimos acontecimientos del mes pero se sintió bastante reconfortada al ver que Adrian estaba a su lado todos los días hasta una hora determinada y al ver que todos sus amigos la visitaban y animaban, incluso Chloe y Sabrina fueron a visitarla aunque la única que hablara fuera Sabrina.

Sus padres cerraron temporalmente la pasteleria para estar con su hija aunque ésta les insistiera en que no dejaran de trabajar sólo por ella pero por supuesto como padres que son decidieron hacer caso omiso y quedarse a su lado contándoles sus quehaceres y haciéndola reir con anecdotas y chistes malos. También le contaron que la profesora retrasó el examen de literatura para otro día pero ella tenía elección de hacer el examen en casa y entregarlo la proxima semana.

Algunas veces, Marinette se quedaba a solas con Tikki para hablar y desconectar un poco. La animaba tanto hablar con ella.

En un día pasaron tantas cosas... y ahora tenía que volver a casa. Le habían dado el alta y tenía ganas de ver su habitación y volver a su vida normal. Bueno, normal.

Sus padres dejaron que Marinette descansara en su habitación durante toda la tarde.

La chica se llevó una agradable sorpresa al ver a Catnoir entrar en su habitación. El gato sonrió alegremente y le saludó con la mano.

- ¿Cómo estás princesa?

- Mentalmente, agotada, te lo juro.

Catnoir asintiò comprensivo.

- No es fácil pasar por todo esto en tan poco tiempo. - sonrió amistosamente para intentar animarla. - Eres muy fuerte.

Marinette le miró sorprendida pero feliz. Cogió su cepillo para peinarse pero Catnoir se lo quitó de la mano. Le sonrió de manera dulce.

- Déjame a mí. - se sentó detrás suyo en la cama y empezó a peinarle el pelo.

Después de cada cepillado el gato acariciaba delicadamente con sus garras el cabello azabache de su princesa. La chica sonreía sin que él la mirara pero no necesitaba verla para saber que sonreía. La conocía tan bien.

- Bueno princesa. - Catnoir acercó su rostro al cuello de Marinette e inhaló profundamente el dulce olor natural que desprendía. - Ha sido un placer... - innumerables veces a deseado besar y mordisquear ese cuello al igual que besarla, acariciarle el rostro... sentir su calor... pero pensó seriamente en lo que le dijo su Kwami.

Se separó de ella muy lentamente como si temiera alejarse de ella. Se miraron fijamente a los ojos y luego le guiñó un ojo con su típica sonrisa traviesa que acabó conquistando el corazón de la chica que amaba.

- Ya nos veremos mi lady.

- Eh... esto... Cat...

El chico dio media vuelta sorprendido.

- ¿Sí mi lady?

- Esto... ¿Te apetecería tomar sopa?

Catnoir se quedó quieto donde estaba sorprendido pero enseguida sonrió.

- Suena bien. Muchas gracias Marinette.

La chica bajó a la cocina y volvió con dos cucharas y dos cuencos. Catnoir ayudó a Marinette llevar uno de los dos platos y lo dejó en la mesa. Marinette hizo lo mismo y al mismo tiempo los dos empezaron a tomar la sopa. Catnoir se quedó alucinado de lo bien que sabía la sopa y Marinette lo notó.

- ¿Esta buena la sopa? - pregunó sonriente.

Catnoir acabó su plato y se relamió comicamente provocándo una carcajada de parte de la chica.

- Mejor que bueno es quedarse corto. ¿La has hecho tú?

- No. La ha hecho mi madre.

- ¿En serio? ¡Bendita sea tu madre! - sonrió juntando sus manos como si estuviera en el cielo. - ¿De que está hecho?

- De fideos, gambas, zanahoria, cebolleta y cucarachas.

Catnoir abrió enormemente los ojos y su sonrisa desapareció a un gesto de miedo. Marinette rió.

- Es broma. - Marinette soltó una suave carcajada que hizo que Catnoir también riera y la mirara de forma dulce sin que ella se enterara. - Bueno, me voy a dormir ya.

- De acuerdo. - Catnoir miró como Marinette se levantó y apagó las luces de su habitación.

Él también se levantó, pero no para irse. Todavia.

Marinette ya se había tapado medio cuerpo cuando sintió la mano de Catnoir apoyarse delicadamente en la mano donde cogía la sábana.

- Cat. ¿Que estás...?

Catnoir apoyó el dedo indice en sus labios para que no dijera nada.

- Ssshh... Dejamé hacer una cosa. - le dijo con un tono de voz suave, tierno y algo grave.

Marinette enmudeció de la impresión pero apartó la mano de la de Catnoir para dar paso a su misteriosa reacción. Él le dijo que se tumbara y ella, algo nerviosa, lo hizo. Después de eso sintió una dulce calidez que le dio un vuelco al corazón. Sentía la mano de Catnoir subiendo cada vez más hasta llegar a su cuello y arroparla suavemente sin atosigar. Se aseguró de tarpar bien su espalda y luego la miró a los ojos sonriéndo tiernamente. Marinette estaba algo colorada, sus mejillas se tornaron a un tono cereza y sus brillantes ojos azules parecían el mismo océano, inmenso y bello.

Cuando soltó suavemente la sábana, acarició su bello pelo azabache con tanta delicadeza y dulzura como si fuera una fragil florecilla que pudiera caer en cualquier momento. El tierno rostro de Catnoir hizo sonreir dulcemente a Marinette.

- Dulces sueños princesa. - le susurró Catnoir cerca del rostro de la chica.

- ¿Por qué siempre conviertes todo en una escena romántica? - bromeó alegremente ella.

Catnoir sabía que Marinette no se dejaba seducir por cualquier piropo, o por lo menos no de alguien que no fuera Adrian. Asi que, poco a poco, como Adrian, conseguirá ser amado como Marinette, dejándose querer.

Puede que el antiguo Adrian tuviera miedo de amar en vano, pero él ya no era así ni volvería a serlo. Ahora tenía claro cuales eran sus sentimientos. A pesar de que descubriera la verdadera identidad de Ladybug eso no cambió su forma de querer a Marinette a su manera. Al fin y al cabo, siempre la consideró su amiga.

Se acercó más a su rostro y le dio un beso en la frente.

- Buenas noches, Marinette. - le acarició un poco la mejilla que estaba roja y se separó de ella dirigiéndose a la ventana.

- Cat. - el joven se detuvo sin mirar atras. - ¿Nos vemos mañana?

Eso alegró de forma evidente al chico y sonrió satisfecho de ver que Marinette empezaba a desenvolverse con él.

- Claro. Ya me pasaré por aquí.

Se marchó dejándo atrás a la persona que tanto adoraba deseando impaciente que llegara el día de mañana.

Mientras en un lugar oculto de París...

- Un nuevo día comienza y debo encontrar una nueva presa para mi Akuma. Ya va siendo hora de que Ladybug y Catnoir se enfrenten por fin a su destino.

Una mariposa blanca posó en la palma de la mano del malvado Lepidoptero, esperando a que él la tranformara. Lepidoptero tapó a la mariposa con su otra palma y ésta se convirtió como por arte de mágia en un Akuma.

- Vuela mi maligno Akuma y encuentra esa alma atormentada. - la mariposa se marchó y su creador vio como volaba por París buscando a su objetivo. - Lo que no sabe Ladybug, es que éste no será un Akuma cualquiera. Mi gran venganza se acerca. - Lepidoptero rió resonando así en su base secreta dejando al mundo entero marginado ante su plan.

Las Aventuras De Ladybug Y Catnoir: Una Historia De Amor DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora