Catnoir empezaba a desesperarse por cada segundo que pasaba. No encontraba el rastro de Marinette.
Posó en uno de los tejados de la ciudad y, con el pañuelo atado aun en su cuello, inhaló al máximo el olor de esa tela.
Sin darse cuenta una lágrima se derramó en su rostro.
Vainilla... cereza... su perfume... el perfume de ella... el Camembert de Plagg...
Incluso podía oler parte del azúcar, la harina y el pan que desprendía de la prenda...
Se secó la lagrima y empezó a avanzar.
Se daba fuerzas mentalmente para seguir adelante. Aunque fuera un gato, no tenía un super - olfato. No podría localizarla así de simple. Tendría que pensar. ¿Pero cómo encontrarla en una ciudad tan grande?
Se pasó horas buscándola pero no la encontró. Ya no sabía si era de día o de noche, pues el día comenzó siendo muy gris.
Catnoir estaba agotado. Sentía como le temblaba el cuerpo y su respiración se volvía cada vez más acelerado.
Finalmente, Catnoir se quedó tumbado en uno de los edificios, completamente exhausto. Se sintió un inutil al quedarse quieto sin seguir intentándolo. Pero pensó, que incluso en los momentos más desesperados, uno tenía que pararse a pensar y reflexionar. Y entonces vio una cinta roja que posaba a su lado gracias a la suave y cálida brisa. Esa cinta roja... es de Marinette. La reconoció. Era como los de Ladybug, pero estos pertenecían a Marinette.
El cielo empezó a oscurecerse y Catnoir volvió a levantarse. Por alguna razón, ahora se sentía capaz de encontrarla con facilidad ya que comprobó que no se encontraba en una gran parte de París. Seguramente estará en algún callejón oscuro o algo así.
Entonces el gato negro se detuvo al lado de un edificio abandonado y se acercó sigilosamente allí fusionándose con la oscuridad de la noche.
Cerca apareció una figura humana con ropas oscuras casi invisible para la vista humana. Suerte que Cat, sí tenía visión nocturna. No pudo verle la cara ya que la tenía oculta por una máscara. Entró al edificio y Catnoir lo siguió silenciosamente.
Se asomó ligeramente por una ventana bastante sucia por años de abandono y suciedad acumulada pero veía perfectamente que ese misterioso enmascarado se encontraba con alguien más. Y entonces apareció él, Lepidoptero.
- Excelente Volpina. Ya has cumplido con tu parte por hoy. Cuando vuelva a necesitar tu ayuda volverás a estar bajo mi control.
Espera. ¿Ha dicho Volpina? ¿A qué se refiere Lepidóptero con estar de nuevo bajo su poder? ¿Esta demonizada?
- Átala ahí, y luego dame su prodigio. - le mandó a Volpina.
- Oh no. Marinette. - Catnoir no pudo evitar susurrar el horrible acontecimiento que estaba viviendo.
Volpina hizo que su atuendo oscuro desapareciera y volvió aparecer su disfraz original de colores anaranjados, amarronados y blanquecinos.
Tenía a Marinette agarrada como una princesa en sus brazos, se marchó a un extremo donde había una tubería gruesa y la ató fuertemente con unas cadenas.
- ¡Quitalé su prodigio! - gritó el hombre.
- ¡Ya voy! - le contestó de mala manera.
"Tengo que hacer algo" pensó Catnoir con impotencia. Miró con furia cómo la demonizada Volpina le quitaba los pendientes y la dejaba apartada en ese oscuro rincón.
Lepidoptero y Volpina se marcharon del lugar dejándo a una inconsciente Marinette sóla en una habitación oscura.
Catnoir entró al comprobar que no les oía. Corrió hacia ella con miedo de perderla en la oscuridad en ese mismo lugar. Cuando se acercó a ella, tan fragil, tan indefensa en ese momento, se arrodilló y acarició su rostro con lágrimas en los ojos.
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Las Aventuras De Ladybug Y Catnoir: Una Historia De Amor Diferente
FanfictionDescubrí esta serie aquí en Wattpad pero no quería leer ninguna historia porque quería que lo estrenaran en mi idioma y cuando lo anunciaron me alegre un montón, y eso que ni sabía que me iba a gustar tanto. Por cada capitulo que pasa más me enamora...