- La historia de Lila Rosi como superheroína empieza aquí mismo, en París, hace ya diez años. - comenzó a contar Kennéa.
Una joven de cabellera de color café y ojos chocolate volaba encima de las calles de París con su misma cabellera y su cola de zorro danzando junto al viento nocturno.
Esa joven aterrizó en Notre Dame para comprobar la zona y veia feliz como la gente paseaba animadamente cerca del río donde se encontraba la iglesia.
Esa joven morena era Volpina, la superheroína secreta de París. Ella nunca aparecía por los medios, no podía dejarse ver por nadie tanto por su identidad de superheroína como en su vida personal.
Ella trabaja como agente de policia desde los dieciseis años y se convirtió en la mejor agente a sus veinte años de edad. Era conocida por su sentido de la justicia y dedicación por la protección de su ciudad pero sobretodo era reconocida por cómo manipula la mente de los sospechosos a los que interrogaba. Como un zorro, era astuta e ilusionista.
Cuando aquello sucedió le encomendaron una misión secreta en solitario. Tenía que encontrar a un asesino en serie que asesinaba a mujeres jovenes morenas de ojos castaños y, mayormente, solteras.
Ella debía encontrarlo y secuestrarlo y al ver que sus planes en su forma civil fallaron teniendo cinco víctimas mortales las cuales tenían familia, Ela decidió convertirse en Volpina para secuestrarlo de una vez por todas.
En medio de la misión, Volpina cae herida y se desangraba con rapidez. El asesino iba a escapar, pero un agente de policia novato lo detuvo a tiempo.
Ela sintió unos brazos que la llevaban hasta un lugar seguro. Decidió dejarse llevar por esos brazos y cuando despertó se encontró con Alex.
Alex era amigo de Ela desde que eran pequeños. Él siempre estuvo enamorado de Ela pero sabía que no podían acabar juntos desde que Ela perdió a su madre a los quince años. Fue asesinada precisamente por ese asesino en serie la cual le llamó la atención. Ella quedó viuda con una hija de nueve años. Ela no tenía a nadie.
- No me queda nadie. - susurró Ela tumbada en el sofá del salón de la casa de Alex mientras lloraba ligeramente.
- Claro que sí. Yo siempre estaré contigo.
- ¿Donde estuviste cuando me gradué como policia? - contestó cortante.
- Ela...
- Lo siento Alex pero no puedes seguir huyendo y yo no puedo seguir callándomelo. - dijo desesperada por desahogar su rabia.
Alex miró a su amiga de la infancia con lástima y nostagia. Su familia se dedicaba a los asuntos policíacos desde su bisabuelo pero él nunca se interesó por ser policia y se resignaba a hacerlo.
Estaba en la misma formación que Ela pero un día le confesó a su padre que no quería ser policia ni tener su mismo estilo de vida. Asumió que le reprocharían pero nunca se imaginó que lo echarían de casa y que lo borrarían, literalmente, de su familia.
Vivía en un pequeño apartamento que a duras penas conseguía hipotecarla con los dos empleos en los que trabajaba, vendedor y mecánico de coches. Eran dos trabajos en los que pagaban bien pero Alex siempre quiso ser artista. En sus tiempos libres tocaba la guitarra o leía grandes libros por la noche. Su vida no era perfecta pero siempre le agradaba ver a Ela cada mañana cuando se tomaban un café en el mismo sitio para empezar a trabajar.
Ela siempre arriesgaba su vida tanto en su vida cotidiana como en su identidad secreta.
Ella siempre se había tomado a Alex como su amigo pero no hace mucho empezó a sentir algo por él aunque siempre lo negara. Le daba miedo que descubriera que era Volpina y que no la aceptara. Pero... al haberla salvado... ¿No la había visto con su transformación?
ESTÁS LEYENDO
Las Aventuras De Ladybug Y Catnoir: Una Historia De Amor Diferente
FanfictionDescubrí esta serie aquí en Wattpad pero no quería leer ninguna historia porque quería que lo estrenaran en mi idioma y cuando lo anunciaron me alegre un montón, y eso que ni sabía que me iba a gustar tanto. Por cada capitulo que pasa más me enamora...