Capitulo 15

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La noche anterior...

- Un nuevo día comienza y debo encontrar una nueva presa para mi Akuma. Ya va siendo hora de que Ladybug y Catnoir se enfrenten por fin a su destino.

Una mariposa blanca posó en la palma de la mano del malvado Lepidoptero, esperando a que él la tranformara. Lepidoptero tapó a la mariposa con su otra palma y ésta se convirtió como por arte de mágia en un Akuma.

- Vuela mi maligno Akuma y encuentra esa alma atormentada. - la mariposa se marchó y su creador vio como volaba por París buscando a su objetivo. - Lo que no sabe Ladybug, es que éste no será un Akuma cualquiera. Mi gran venganza se acerca. - Lepidoptero rió resonando así en su base secreta dejando al mundo entero marginado ante su plan.

Actualmente...

Hoy era sábado y el cielo se encontraba nublado y grisaceo, sin embargo, el humor de Marinette no cambió en absoluto, se encontraba relajada y alegre, con ganas de ver a Catnoir. Desde lo que pasó, Catnoir y Marinette se hicieron muy amigos. Al igual que con Adrian.

Desde lo más profundo de su corazón, Marinette deseó volver a expresar sus verdaderos sentimientos a Adrian a pesar del miedo que sentía. No podía acallar su corazón. Deseaba con todas sus fuerzas dejar en libertad a su corazón. Amarle con libertad. Pero sólo si él la aceptaba. La primera vez ninguno de los dos tuvieron la oportunidad de expresarse. Pero esta vez, sera diferente.

Cogió su móvil y empezó a telefonear a Adrian mientras ponía dos rebanadas de pan en la tostadora. Adrian le contestó y le dio los buenos días.

- Buenos días Adrian. ¿Te gustaría dar una vuelta por el parque para hablar?

Cierto que apenas tartamudeaba al hablar con él pero tal vez no debió dar tantos detalles.

- Bu... bueno, que... quería decir... que... - intentó explicarse.

- Me encantaría. - dijo sin más.

Marinette se quedó en blanco.

- ¿Marinette?

Desde luego tardó en reaccionar.

- Ah... sí, sí, sí, sí. Esto... entonces... ¿Nos vemos dentro de un rato?

- Claro. ¿A las nueve y media?

La chica miró el reloj de la cocina. Eran las nueve en punto así que tenía tiempo para arreglarse.

- Estupendo. Pues a y media nos vemos. - dijo riendo nerviosamente.

- Genial. Hasta pronto, Marinette. - dijo Adrian.

- Hasta pronto, Adrian. - cuando Marinette colgó el telefono saltó y gritó de alegria haciendo que Tikki saliera volando de su hombro. Y salieron las tostadas. Marinette las cogió y las dejó en un plato para empezar a comerlas.

- Madre mia Marinette. Que contenta se te ve.

- ¡Sí! Estoy tan feliz. Pienso confiarle a Adrian mi mayor secreto. - dijo felizmente como si nada.

- ¿Como? ¿Vas a contarle a Adrian que tú eres Ladybug? - dijo Tikki con los ojos abiertos.

- No Tikki. Le contaré con mis propias palabras lo que siento por él.

- ¿Qué? - la pobre Kwami no se lo podía creer.

- Hasta que no se lo diga no podré estar tranquila.

- Pero... ¿Y si vuelve...? - Tikki no se atrevió a acabar la pregunta. Estaba muy triste por lo que pasó y ya no sabía si animarla a ser ella misma o evitar que lo haga.

Las Aventuras De Ladybug Y Catnoir: Una Historia De Amor DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora