Capitulo 25

581 39 14
                                    

Sus labios estaban muy cerca a punto de rozarse. Mirarse el uno al otro empezaba a molestar su mirada asi que ambos adolescentes entrecerraron los ojos hasta que...

El sonido de los gatos alejándose hicieron que Catnoir y Marinette se detuvieran y observaran como los grandes felinos se retiraban.

- Se han... ido... pero... ¿Por que? - el pequeño gato negro volvió a donde estaba la gatita azulada.

Marinette se levantó y se acercó a ambos gatos. Parece que se conocían de antes.

- ¿Tú que crees Cat...?

Nada más darse la vuelta, Catnoir desapareció.

- ¿Ca... Catnoir...?

Llena de preocupación cogió a los dos gatos y empezó a buscar a Catnoir.

- Tenemos que encontrarlo Tikki. Está muy malherido. - dijo Marinette asustada por sus propias palabras.

- Pero no puedes hacerlo como Ladybug. Sería demasiado arriesgado. - explicó Tikki.

- Oh... Tienes razón Tikki. - la chica suspiró. - ¿Pero y si ha saltado por un tejado o algo así?

- Ojala pudiera darte la razón pero por desgracia me pareció que estaba demasiado mal como para hacerlo. - Tikki agachó la cabeza tristemente.

Marinette miró a su compañera rojiza y la atrajo con una mano hasta su mejilla.

- Tranquila Tikki. Seguro que estará bien. Sólo necesita un poco de... tratamiento... o eso espero. - intentó sonreir pero Tikki la conocia demasiado bien.

- Bueno, vamos a buscarlo.

- Sí. - Tikki volvió al bolsito de Marinette y metió a los dos gatos dentro de su abrigo. - Tranquilo Cat, ahora voy. - y con paso decidido empezó a buscar al heroé enmascarado.

Catnoir estaba tumbado en una pared de ladrillos inspeccionando sus heridas mientras su prodigio sonaba por última vez.

Plagg cayó en las manos de Adrian Agreste con rostro cansado. El rubio sin pensarselo dos veces, sacó un trozo de queso de su chaqueta para Plagg.

- Voy a tener que pedirte que te lo comas rápido. Seguro que Marinette está preocupada. - dijo Adrian mirando por los lados del callejón por si había alguien.

- Suerte que tu traje protegió tu cuerpo porque si no habrías acabado con una gran cicatriz. - dijo Plagg metiéndose el trozo de queso de un bocado.

Y tenía razón, Adrian tocó la herida de debajo de su camiseta y podía notar que apenas eran arañazos finos con sangre medio seca.

- Bueno ya estoy bien. Plagg, garras fuera.

El joven Agreste volvió a convertirse en Catnoir y se levantó para ir en busca de Marinette.

- Catnoir.

El nombrado dio media vuelta y se encontró con su adorada princesa. Su bella Marinette.

- Princesa...

- ¡Gato estupido!

Ese gritó sorprendió a Cat y lo dejó consternado. Marinette se acercó a paso ligero y decidido hacia el gato negro y empezó a darle golpes en el pecho.

- ¡Gato estupido! ¡Estupido, estupido gato!

Cat podía notar como su amada mariquita lloraba en su torso mientras el mismo era golpeado con poca fuerza.

Sólo hasta que se calmó un poco se atrevió a hablarle.

- Eh, princesa... - le susurró acariciando la cabeza de la joven.

Las Aventuras De Ladybug Y Catnoir: Una Historia De Amor DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora