I will protect you

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Ella

Me levante temprano, no estaba cómoda en la cama. Mire mi reloj, 7:00am. Baje a la cocina, necesitaba tomar agua.

-¿Como amaneciste?- dijo mi madre, haciendo que me exaltara. Me asustó.

-Ya estoy mejor- le dije.

-Ven, sientate- me señalo la mesa, me senté a su lado -cuentame que paso-

Entonces, le conté todo, las notas, el hecho de sentirme observada de dos distintas formas y lo que me paso anoche. Mi madre se quedo un rato en silencio.

-No quiero que vuelvas a salir sola, mañana iremos a la policía- no le dije nada, se que ella tiene razón.

-Hoy saldré con alguien ¿Hay algún problema?- le pregunte.

-Solo quiero que no andes sola, si el muchacho te traerá de regreso no hay problema- me dijo sonriendo.

-¿Como sabes que saldré con un chico?- ella solo me respondió con una sonrisa.

Entonces se escucho un golpe seguido por un llanto, Alex se había caído de la cama. Inmediatamente, mi madre y yo corrimos en su auxilio. Pero cuando llegamos el ya no estaba llorando, solo se sobaba la cabeza. Ambas nos reímos.

Después de darle desayuno a Alex, me senté un rato con él a ver caricaturas. Pero mi mente solo divagaba, aun me preguntaba si realmente era una buena idea salir con Nathan.

Entonces por fin se acabaron las caricaturas y comenzó una película que se veía interesante, pero en los planes del pequeño Alex no estaba que su mamá viera televisión.

-¡Mamí qero il a paque!- me dijo con una gran sonrisa en el rostro.

No tuve mas remedio que ceder, a penas eran las 10:00am, así que tenia bastante tiempo. Alex busco su pelota y salimos.

Apenas puse un pie fuera de la casa y un escalofrío recorrió mi cuerpo, se me erizo la piel, tenia miedo. Por un momento me quede inmóvil. Fue mi pequeño quien me hizo reaccionar, aunque ya no tenia ganas de salir. Pero mágicamente esa sensación desapareció, dándole lugar a esa sensación de seguridad, no deje de sentirme observada pero también segura, me sentí tranquila de nuevo y caminamos hacia el parque, que estaba muy cerca de casa.

En cuanto llegamos, Alex salió corriendo con su pelota, yo busque donde sentarme, pero la única banca cerca estaba ocupada. Pero bueno, son lo suficientemente grandes para dos personas, así que me acerque.

-¿Disculpa? ¿Te molesto si me siento?- le dije al muchacho que estaba frente a mi, estaba leyendo un libro. Me pareció conocido.

-Si, claro, sientate- me dijo mientras se hacia a un lado. Entonces lo reconocí.

-Yo te conosco- le dije -eres el mesero de la cafetería Sweet Dreams, ¿cierto?-

-Si- me respondió -si no me equivoco tu eres la chica de ayer, a la que le pareció delicioso mi café- me dijo sonriendo, tiene una linda sonrisa. -¿Es tu hijo?- me dice, mientras señala a Alex, que juega con unos amigitos suyo.

-Si- le respondo -se llama Alex-

-Deberías aprovechar y decirle a su padre que lo cuide y así tomarte un tiempo para ti- me dice sonriendo.

-Si debería- conteste mientras fingía una sonrisa, pero no pude evitar disminuir el tono de mi voz, espero que no lo haya notado.

-Yo lo siento, no sabia, ¿él esta vivo?- se percibía el arrepentimiento en su voz.

Ni la muerte podra tocarte (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora