Rachel
Al escuchar sus palabras, no pude negarme y asentí. Entonces, ante miradas curiosas, Scott me ofrecio su mano y yo la tome. Scott sonrió, yo me sonroje. Caminamos juntos a la parada del autobús.
-¿A donde vamos?- dije llena de curiosidad.
-Ya veras- me contestó sonriendo.
-¡Espera!- entonces lo recordé -¡Tengo que volver a casa! ¡No puedo dejar a Alex solo!- Había olvidado que mi madre se ocuparía esta tarde.
-Tranquila, tenía pensado pasar por él- me sonrió.
No puedo creer que quiera llevar a mi niño a nuestra primera cita, generalmente los chicos no quieren saber nada de Alex. Entonces mi mente reaccionó.
-¡¡¿¿Que no estabas en silla de ruedas??!!- dije asombrada.
-Si, lo estaba, pero después de el tratamiento de Jim me siento mucho mejor- dijo Scott y en su mirar pude descubrir un mal recuerdo y por alguna razón no quise saber más.
Tomamos el autobús, yo logre encontrar un lugar para sentarme, pero Scott tuvo que ir de pie. No podía evitar sonrojarme al sentir su mirada sobre mi.
Entonces, sentí un extraño cosquilleo en la nuca, un cosquilleo que me causó escalofríos. Era como si alguien me observará.
-No de nuevo- murmuré. Entonces el cosquilleo se detuvo.
-¿Todo bien?- me pregunto Scott, al parecer se había dado cuenta de que algo me molestaba.
-Si, no es nada- le dije sonriendo. Creo que sólo fue mi imaginación, después de todo era una sensación distinta a la que me causaba Jake, tal vez son sólo sensaciones molestas, residuos de lo que me pasó.
Minutos después, llegamos a la parada de mi casa y bajamos. Llegamos a casa justo a tiempo,pues mi madre estaba ya en la puerta solo esperando que entrará. Ni se despidió, solo salio a toda prisa.
Entre y busque a Alex, mi sorpresa fue verlo en el sillón envuelto en una cobija, estaba resfriado. Ahora ya no tendría cita.
-Hola jovencito- dijo Scott acercándose a Alex -¿que estas haciendo?-
-Veo calicatulas- contestó Alex.
-Lo siento, no podré salir- le dije a Scott.
-¿Quien dijo que necesitábamos salir?- dijo Scott sonriendo -¿Quisieras comer pizza?- me dijo.
-¡Ti! ¡Pizza! ¡Ti!- dijo Alex comenzando a brincar todo emocionado.
-Ustedes ganan- dije al fin y fui por el teléfono para pedir la pizza.
Cuando volví, encontré a Alex sentado sobre Scott viendo la tele, y ambos parecían divertirse. Mi corazón se aceleró. Scott en verdad es especial.
-Ven a hacernos compañía- me dijo Scott y me senté junto a ellos. Comenzamos a ver las películas infantiles que estaban pasando.
Después, llegó la pizza. Aunque Scott y Alex apenas comieron pues estaban construyendo una ciudad en medio de la sala con los juguetes de Alex.
-Ahora solo falta un avion- dijo Scott.
-Tengo avion- dijo Alex y salio corriendo a buscar su avión. Aunque no estoy segura de que lo vaya a encontrar.
Entonces, Scott se sentó conmigo.
-Es un gran niño- dijo sonriendo.
-Y tu una gran persona- dije -nunca nadie le había prestado tanta atención a Alex-
-¿Ni su padre?-
-Menos su padre-
-Si no quieres decirme esta bien-
-Tranquilo, no es ningún secreto- suspire -lo conocí en las vacaciones antes de entrar a la universidad, parecía un buen sujeto- por algún motivo me dolía contarle esto a él -una noche, en una fiesta nos exedimos con la bebida, al día siguiente desperté sola en la cama- suspire -nunca lo volví a ver, poco después me enteré de que Alex venía en camino-
-¡Pero que maldito!- dijo Scott, parecía molesto -¡Eso si que es ser cobarde!-
-Tranquilo, será mejor dejar todo en el pasado- dije sonriendo y Scott se calmó.
Entonces volvió Alex, si había encontrado su avión, y Scott y él siguieron jugando.
-Ete e mio- dijo Alex agarrando un carrito -y -ete e tuyo- dijo dandole uno a Scott. Entonces me entró curiosidad.
-¿Y tu no tienes auto?- le pregunté a Scott -Por que parece que siempre usas a Demian como chofer-
-Bueno, es una larga historia- contestó Scott -pero digamos que tuve un accidente hace algún tiempo y pues me prohibieron volver a conducir- sonrió. Supongo que fue entonces cuando aprendió a usar la silla de ruedas.
Entonces mi madre volvió a casa y tras un breve saludo, se quedó observandonos y sonrió.
-Espero que te quedes a cenar- le dijo mi madre a Scott.
-Claro, ¿necesita que le ayude con algo?-
-No, gracias. Parece que Alex te tiene muy ocupado-
Yo los deje jugando y fui a ayudarle a mi mamá a la cocina.
-Parecen una familia- dijo mi madre.
-Si- murmuré mientras me sonrojaba.
Entonces escuchamos un ruido extraño.
-Alex ve con mamá- escuche a Scott decir desde la sala. Segundos después Alex apareció en la cocina.
-¿Que pasó mi amor?- le pregunté a Alex.
-Alguien taba en la ventana- dijo Alex. Yo mire a mi madre quien se asomaba por la ventana de la cocina.
-No veo nada- murmuró.
Yo mire hacia afuera, pero tampoco logre ver nada. Entonces volví a sentir ese extraño cosquilleo, la sensación de ser observada. Me temía lo peor. No podía ser Jake ¿Verdad? El estaba encerrado, además la sensación era diferente. Tal vez seguía siendo mi imaginación.
-Debemos llamar a la policia- dijo Scott entrando a la cocina y en su rostro pude percibir que esto era mas serio de lo que parecía.
Esto no durará mucho, ella mía será y tu a mi merced estaras -M-.
¿Que les pareció? Espero que disfruten su lectura mis queridos acosadores.
Gracias por leer.
XD
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Ni la muerte podra tocarte (Editando)
Romance¿Nunca has sentído que alguien te observa? No solo casualmente, sino cada segundo, minuto, hora, día, semana y mes. ¿Has sentído que no volveras a caminar sola? ¿Ha estar sola? Esa presencia siempre esta ahi. Pero no es algo que te de miedo, tal vez...