Camille es una joven pintora que lo posee todo.
Éxito, amistad y sobre todo amor.
O eso es lo que ella creía hasta el día de su boda, pues su prometido tomará una decisión que hará que su vida dé un giro de 180 grados.
Obligada a huir después d...
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A la mañana siguiente me veo obligada a despertarme por el peso del brazo de James. Me está aplastando la cintura.
Me remuevo bajo de él con la esperanza de salir. Poco a poco se crea un pequeño espacio y logro escabullirme por el.
Me deslizo entre las sabanas sin hacer ningún movimiento brusco.
No quiero despertarlo.
Cuando al fin estoy libre de su amarre jalo una sabana para cubrir mi cuerpo desnudo e ir a darme una buena ducha ya que estoy demasiado sucia.
A noche hicimos el amor en varias ocasiones y mi cuerpo está sudado y cansado.
Necesito estar limpia.
Camino hacia mi closet y tomo una falda color azul eléctrico y una blusa blanca.
Hoy viene toda mi familia y necesito estar presentable.
Miro el reloj y veo que hemos dormido hasta tarde. Ya son las once y media.
Apresurada me meto al baño. Abro la llave y me deslizo en el agua caliente.
Tan sólo tres semanas y seré su esposa.
En verdad espero que todo salga bien. Sé que nada malo pasará pero me pone tan ansiosa la idea de comenzar una nueva vida junto a él, y a pesar de que James caminará junto a mí, me aterra que algo se presente.
Estoy tan enamorada de él que me asusta, pero me tranquiliza al saber que él también lo está de mí.
Escucho la puerta abrirse y me estremezco al escuchar su voz.
—¿Por qué no me despertaste? Es tarde y yo también quiero bañarme —agrega James en un tono sensual—. ¿Puedo?
—James... —replico.
Sin embargo el abre la cortina y suelta su toalla. Se mete a la regadera y se coloca detrás de mí.
Me quedo estupefacta al sentir que la palma de su mano hace contacto con mi abdomen desnudo.
Suelto un pequeño gemido al sentir su tacto sobre mi piel.
Esconde su cabeza en mi cuello y empieza a besarlo.
—James, mi fa-mi-lia —susurro en jadeos.
—Te deseo, Camille —Aspira sobre mí—. Eso no importa ahora.
Desliza a mano que hace unos segundos tenía en mi abdomen hasta mi entrepierna pero antes de que la empiece a tocar por completo me separo de él.
Sonríe con diversión.
Si fuera en otras circunstancias tal vez consideraría tener relaciones aquí, pero estoy segura que toda mi familia ya se encuentra en la casa y no quiero correr el riesgo de que nos escuchen.
