Cuando era tuya©

51. La misma sinfonía

—¿Nueva York? —André me mira sorprendido. 

—Sí —Me encojo de hombros. 

Sé que aunque no quiera, tengo que ir. Es indispensable que asista, la población de Manhattan sabe quién soy y a Marcus le beneficia que yo pueda validar su trabajo así como él el mío.

No sé si James aún siga viviendo ahí, pero no quiero toparme con su recuerdo en cada esquina a la que vaya. Me ha costado mucho empezar algo con Josh sin que su recuerdo me atormente, y ahora...

Esto sucede.

—Pero no te preocupes —Pasa un mechón de pelo detrás de mi oreja—. Josh puede acompañarte, sé que él estaría encantado de ir contigo.

— Lo sé —Esbozo media sonrisa—. Es sólo que no quiero que esto arruine lo que tenemos. ¿Y si me lo llegase a encontrar? ¿Y si llegase a enterarse de que yo estaré ahí? ¿Qué es lo que haría?

— Dejarlo sin descendencia —Sonríe.

Muevo la cabeza en negación y contemplo el ruido de las olas, al igual que la sensación de que el agua rompa contra mis pies.

Suspira.

—Creo que no deberías pensar en ello. No debes invocarlo —susurra—. Mejor enfócate en tu presente —Señala a Josh quien está tomando una fotografía a la puesta de sol—, y enfrenta de una vez a tu pasado. Camille, es hora de que sigas por completo.

—Ahora recuerdo porque eres mi mejor amigo. 

—Sabes que siempre estaré para ti. 

Me rodea con sus brazos y trato de analizar lo que me ha dicho. En verdad que quiero seguir adelante, creo que me he esforzado bastante en hacerlo pero James no sólo me rompió el corazón, él acabó con mi vida.

—Sólo deja tomarte una más, por favor —me pide Josh, con una sonrisa en su rostro que me vuelve loca por completo. 

—¡Pero si ya tienes bastantes fotografías mías! —exclamo—. ¿Por qué no le tomas unas cuantas a Adeline?