"Tú eres. Lo se. Lo supe. Te reconocí. Eres. Desde hace muchas coincidencias. Eres. Desde antes de encontrarte. Lo sé, amor. Eres tú"
El miedo, siempre he intentado definirlo y aún no consigo algo más que una pesada sensación apoderándose de mi cuerpo. Sin embargo, a veces, como ahora, le tengo una definición clara, de una sola palabra y cinco letras, el miedo no es otra cosa sino cruel.
Cruel, porque succiona cada parte buena de tus pensamientos.
Cruel, porque no te deja respirar con tranquilidad.
Cruel, porque poco a poco te consume y, si lo dejas, va a reducirte a nada.
Semana de exámenes.
En una semana de exámenes hay muchas razones para sentir miedo, pero en este caso, Camila no le teme a las semanas de exámenes. Sabe que tiene que afrontar esto, es su deber, estudiar y salir bien, algo personal, no deuda con papá y mamá. Así que ella sabía lo que tenía que hacer, sin miedo.
Tenía dos días para hacer tres ensayos de literatura, estudiar historia, terminar un trabajo de biología y resolver problemas de química para su examen final.
Tenía un fin de semana apretado. Pero eso estaba bien, estar ocupada le hacía bien.
Sobre todo desde que notó, que pese a que las cosas habían cambiado un poco en el instituto por el modo en que percibía a Lauren y Lauren a ella, no habían vuelto a hablar, en absoluto, y desde la última vez eso había sido un mes.
Pero no tenía tiempo a preocuparse por una amistad, pensó, tenía que concentrarse en lo que importaba. Si ella lograba rendir perfectamente estos finales, le quedaba medio semestre de tranquilidad.
—Así que... ¿Por qué no vienes y terminamos los ensayos juntos?—preguntó Chris, al teléfono.
La había llamado hace apenas un par de minutos. El chico era excepcional para retener información en su cabeza, sus notas eran brillantes, pero le gustaba estudiar junto a Camila, era tan gratificante como clarificante.
—No lo sé... con todo lo que tenemos por hacer, ¿no crees que es mejor si terminamos por separado?—preguntó la chica, dudando.
—Igual tenemos que hacer lo de biología juntos. Podríamos empezar por ahí y... química, deberíamos hacerlo juntos para comparar, esa es la mejor forma de estudiar—dijo Chris, rebatiendo.
—Bien, de acuerdo—no tuvo que pensar mucho para acceder, Chris tenía un poco de razón y ella sabía que si el chico quería distraerse, ella bien podía dejarlo y seguir en lo suyo.
—Bueno, te veo en una hora en el apartamento de Laur. Allá se estudia mejor—aquello si no lo esperaba, aquella vez, hace un mes, la había visto por Chris, ahora parecía que iba a ser lo mismo y la verdad, no estaba complacida con esto, su ánimo se cansó un poco de saber que iba a ver a la chica por obligación ¿Dónde estaba la emoción? No tenía y sintió extraño por eso.
—Vale, te veo allá—dijo y cortó.
Pidió permiso a su mamá, ella no colocó peros más que del tipo, no te distraigas, debes estudiar. Como si ella no lo supiera, los padres suelen hacerte eso, como si no tuvieses mente propia para definir exactamente qué es lo que tienes que hacer.
Camila no planeaba tener distracciones, ni siquiera si era a cargo de unos ojos del color del bosque más puro.
Esperó un poco más de una hora para llegar al apartamento, no le apetecía llegar primero que Chris y estar ahí a solas con la chica, sin saber que decir o que hacer.
