Capitulo 15

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Cpov

La felicidad es un momento.

Es como un rayo de sol que dura un instante porque pronto, las nubes le cubren.

Es un minuto, un movimiento en las manecillas del reloj. Un mal chiste que te causa risa, o el hecho de ver la felicidad en el rostro de un ser amado.

Apreciar la felicidad es quizá, una de las cosas más difíciles de aprender, pero de las más significativas también.

Si aprendes a apreciar los instantes de felicidad que la vida te otorga, quizá entonces todo lo que te resta por aprender será endemoniadamente más sencillo. Quizá de eso se trata la vida, de aprender a apreciar esas pequeñas cosas que nos llenan de regocijo. De esa manera, cuando nos tocan los momentos no tan buenos, sabremos que volveremos a tener aquellos en que sonreímos y por un instante todo se siente tan ligero como cuando tenías tres o cuatro años y solo querías llegar más alto en el columpio ¡Como si volaras!

Agradezco todas las cosas que me han traído a este punto, porque de esta manera es que he aprendido a valorar esos momentos. He aprendido el valor de las cosas, de los momentos y de las personas que te los otorgan. He aprendido que el mundo es corrupto y que interfiere de esa manera en las relaciones humanas, afectando el comportamiento de las personas y llevándolos a cometer actos que... tal vez, en un mundo sin tantos puntos negros, no harían.

Ya no digo que se yo de la vida, porque aunque no lo sé todo y probablemente tan solo sepa un 1%, se muchas cosas.

He aprendido que felicidad es apreciar las gotas de lluvia cayendo sobre mi cara.

Felicidad es ver a Chris salir de su práctica con el cabello húmedo y que venga a abrazarme mientras sacude su cabello para que las gotas de agua caigan sobre mí.

He aprendido, que felicidad es sentarme desde lejos y ver cocinar a mi madre, porque ella tararea y parece que el mundo vuelve a ser bueno para ella mientras esta en ello.

Felicidad es mecerme en un columpio en los brazos de ella.

Felicidad es salir del baño, por las noches, y evadir mi celular pero de todas maneras sonreír al tomarlo porque sé que hay un mensaje de ella esperando por mí.

Felicidad es obtener una buena calificación en el instituto.

Felicidad es ver como las hojas del otoño van desapareciendo y poco va a poco va llegando el invierno, dejando los arboles desnudos para pronto llenarlos de vida, aunque sea un proceso tardío y a veces doloroso, pero igualmente hermoso.

Felicidad es un instante en que comes, es ese momento en que una canción me gusta demasiado e intento tocarla y cantarla. Es un buen libro, es el olor de su cuello, es el sol en mi rostro, son sus labios contra mi mejilla.

Y, como he aprendido a apreciar todo esto, puedo decir, con todas sus letras, que soy una persona muy feliz. Condenadamente muy feliz, y no es una expresión que pensaba iba a usar, pero ahí está sin retracciones.

Y también me doy cuenta, que si todos, absolutamente todos, fuésemos un poco más positivos que negativos, y nos fijásemos mas en esos instantes que la vida nos otorga, pasaríamos más tiempo sonriendo y agradeciendo, que soltando quejas, lamentos. Aquello por lo que nos quejamos no es más que una enseñanza.

Aunque, finalmente, tal vez todo lo que he dicho se vuelva sobre mi. Porque hay momentos llenos de oscuridad capaces de envolver todo lo que has aprendido, instalándose en ese pequeño espacio entre tus memorias y el presente, para que no recuerdes como deberían ser las cosas, dejándote afrontar sola, sin memorias ni ayudas, una horrible realidad.

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