Capitulo 15

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"Y creo que te quiero de verdad, porque no te necesito y aun así no quiero que te vayas"

Y han sido todos esos momentos, épicos y normales, han sido todos esos detalles, esas luchas, esas declaraciones, miradas, sonrisas, miedo, confusión, lo que nos devuelve al presente. Ese en el que vivimos, intentando dejar sin olvidar el pasado, aprendiendo de él, y a veces, intentando prever el futuro.

Han pasado tantas cosas y a la vez tan poco. Han cambiado tantas cosas, todos han cambiado, todos hemos cambiado, porque prácticamente dos años invitan a ello, a cambiar, a renovarse, a tener nuevos sentimientos, a mirar el amanecer de forma diferente. Nadie se escapa de esto, de los cambios.

Es por eso que pienso en este Capítulo con parte de la letra de una canción, tal vez la conozcas, tal vez no.

"Even when the night changes

It will never change me and you"

La cosa es que, hay cosas que crecen y no cambian o tal vez lo hacen, para mejor. Como los sentimientos que has ido desarrollando por una persona. Como la degradación de la familia. Como todo.

Es Christopher Jáuregui quien ve un cambio más notable en todos, o quizá no todos, pero si en las personas más especiales a su alrededor. Empezando con cosas tan sencillas como sonrisas cómplices, cosas tan sencillas como el cambio de su hermana al ubicarse en una mesa distinta en el almuerzo, a acercarse a ellos más a menudo, a Camila caminar con más confianza por aquel apartamento, a dormirse más a menudo en la habitación de paredes verdes. Todos esos cambios, que al darse de forma tan paulatina a veces no los piensas ni los percibes tan tangibles, están ahí y él los ha ido notando todos. Se burla de su mejor amiga, le hace bromas que la hacen sonrojar. A Chris le encanta lo que ve, le encanta ver a su mejor amiga feliz y, más aún, le encanta ver la comodidad que alcanzó su hermana en aquella ciudad que en un principio tan mal le había sentado.

Sin embargo, el miedo es más fuerte que nunca, esta tan presente como un demonio que acecha, como las pesadillas de un afectado.

Camila se ahoga en el miedo tanto como se ahoga en los ojos verdes de Lauren. Quiere tanto, ha ido descubriendo tanto lo que quiere a través de los días, las semanas, los meses. Pero ¿Cómo puede? Sus padres, sus padres le dan miedo, esos que se han convertido en una fuente de violencia, gritos. Sus padres, que son su pilar y esperan, probablemente, algo de ella que no siente puede darles. No mientras todo lo que ella quiere, no se parece en nada a todo lo que ellos quieren para ella.

Lauren solo siente cada día más. Cada día es más difícil respetar el miedo de Camila. Cada día es más difícil mantenerse un poco al margen para darle el espacio que necesitaba para no ser juzgada. Pero cuando tus sentimientos son tan grandes, es simplemente difícil.

Aquel beso en su mejilla en medio del estacionamiento del instituto había sido algo. Pero Lauren tenía miedo por la castaña, tanto que se lo recordaba constantemente para no dañarla, demasiado pequeña y bonita para ser dañada.

Se siente como la castaña siendo valiente. Se siente como que las cosas están cambiando. Se siente como si estuviese empezando un nuevo ciclo.

Y pese a todo el miedo que Lauren tiene por la intensidad de sus sentimientos y el miedo de la castaña, no puede dejar de mirarla, de tocarla, de besar su frente cuando duerme acurrucada en su cama. No hay nada que deseé más que cuidar a la pequeña castaña, de alejar sus demonios esos que la acechan cuando esta despierta. Le encanta su sonrisa, sus ojos, sus expresiones, su cuerpo. Le encanta todo sobre aquella chica y eso es cada vez más evidente. Cada día es más difícil ocultarlo, sabe que Chris lo sabe, sabe que sus padres lo sospechan, pero se lo sigue tomando a pasos cautelosos porque no van ni a su tiempo ni al tiempo del mundo, sino al tiempo de Camila. Y ella haría cualquier cosa por ir al tiempo de Camila, por seguir viendo esa sonrisa. Ella haría todo por Camila, simplemente. 

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