Capitulo 14

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"Quiero lo mejor de ti, pero también lo peor. En realidad lo quiero todo. Lo que te hace soñar, lo que te hace sentir, lo que te hace vibrar y hasta lo que te hace insoportablemente tu. Lo quiero todo porque vive en ti, en ese renolino de luz que alimenta tu alma"


Yo digo que la confusión es un estado mental - emocional, aunque también puede verse como un estado psicológico. No lo sé, ¿Qué sé yo de definiciones? ¿Qué sé yo de la vida? ¿Qué sé yo de lo que hay en la mente de las personas? He encontrado que dicen que la confusión está vinculada a la perplejidad o la turbación del ánimo, como dije, es una emoción. Porque si bien nos impide pensar con claridad, es verdaderamente afectado por la sensación en el pecho que encierra, claustra, controla y eclipsa cada aspecto coherente de nuestro funcionamiento.

La confusión es pues, no precisamente bienvenida.

Camila odia la confusión.

Y no ha podido conciliar el sueño esta noche a causa de la confusión, a causa de Lauren Jáuregui.

Pero, tal vez, la confusión no es más que producto del miedo, ese que ya hemos mencionado, ese que ya sabemos que está presente. Miedo de lo que sientes, de lo que anhelas, de tus deseos, miedo de ti. Ese miedo crea más confusión que cualquier otra cosa.

Así como había una necesidad constante de aclararse, había una necesidad constante de volver a aquello que confunde, una necesidad casi insana de volver al lugar, al momento y al sentimiento que alivia tanto como confusión crea.

La casa Cabello tiene un silencio sepulcral de domingo por la mañana, no hay ruido. Camila tiene los ojos cerrados pero no duerme, siente la luz del sol bañar su rostro a través de la ventana abierta... y siente paz. Paz y silencio que llega a su fin en el momento en que su celular resguardado bajo la almohada empieza a vibrar.

¿Quién es? Es la pregunta.

Una sonrisa, es la respuesta.

Si, la confusión está presente, carcome y envuelve, pero en ese momento en que la causa de la confusión se está viviendo, en ese momento, el instante, el hecho, no importa nada, sonríes, vives, brillas.

Camila brilla.

"¿Quieres dar un paseo? L"

Ella quería dar ese paseo. Olvidándose de responder se pone de pie y corre a hacer su rutina de siempre para un propósito diferente,

Se baño y se vistió con unos simples shorts, un suéter y arreglo un bolso rápido para irse, no sabía dónde, un paseo, ella quería un paseo e iría a un paseo donde sea, su casa no sería un buen día ese día y de eso estaba totalmente segura. Finalmente recordó responder, asustada y pensando que quizá ya no había interés por el paseo, solo porque ella había sido tan torpe para olvidarse de responder.

"Estoy lista, ¿Dónde? C"

"Sal L"

El corazón de Camila se aceleró, la emoción erizaba su piel, las sensaciones, esas que más tarde en la cama la confundirían, en ese momento eran mariposas en su estomago y estática en su piel.

El hecho de que no hubiese nadie a la vista era una gran ayuda para una Camila asustada y emocionada. Asustada porque en el fondo no tenía idea de que era lo que iban a hacer o porque Lauren la estaba invitando, un día domingo, a hacer algo juntas. Sus encuentros de los sábados eran eso, de los sábados, y era más que nada algo casual que algunas veces habían convertido en algo voluntario, sin embargo esto era premeditado, esto era diferente. Estaba asustada.

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